Existe en Costa Rica un problema urgente con los pesticidas peligrosos y la transición a preparados más respetuosos con el medio ambiente.


80 por ciento de los pesticidas utilizados en Costa Rica están clasificados como altamente peligrosos, y algunos de ellos, ya prohibidos en otros países, continúan utilizándose en grandes cantidades en los principales cultivos, incluido el banano.


Mundo Agropecuario leyó el artículo publicado en la publicación agrícola en línea AgriBrasilis , que recibió el comentario de Fernando Ramírez-Muñoz, profesor del Instituto Regional de Investigación en Sustancias Tóxicas de la Universidad Nacional de Costa Rica, ingeniero agrónomo y doctor en ciencias naturales. .

Como dijo Ramírez-Muñoz, el tema de los pesticidas en Costa Rica es objeto de acalorados debates en la comunidad agrocientífica y ambiental: “En Costa Rica, algunos pesticidas que ya están prohibidos en otros países continúan utilizándose debido a sus altos riesgos para la salud y el medio ambiente. Para algunos cultivos, como hortalizas, plátanos y piñas, el consumo de pesticidas aumenta cada década y la intensidad de su uso se acelera.

En cuanto a los herbicidas, por ejemplo, en Costa Rica existen siete especies de malezas que han desarrollado resistencia a diferentes herbicidas en diferentes cultivos. Los restantes países centroamericanos tienen sólo una especie de este tipo, lo que indica una alta presión de selección por resistencia debido al uso frecuente de herbicidas. También hay una falta de personal para realizar evaluaciones de riesgos ambientales de los agroquímicos y una falta de interés por parte de la industria química en registrar pesticidas nuevos y menos tóxicos para cultivos de baja rentabilidad.

Hoy en Costa Rica existe una amplia gama de principios activos aprobados, incluidos muy antiguos como el 2,4-D, organofosforados e incluso organoclorados, así como sustancias que contienen arsénico y con conocidas propiedades cancerígenas. El 80% de los pesticidas que se utilizan en Costa Rica son considerados “altamente peligrosos”, pero se utilizan en todas partes. Por ejemplo, el mancozeb representa el 40% del uso total de pesticidas en Costa Rica. Se pulveriza principalmente por vía aérea en 50.000 hectáreas de plantaciones, principalmente de plátanos.

El glifosato, el principal herbicida del país, se utiliza de forma incontrolada en cultivos, en zonas urbanas, a orillas de caminos, en todos los cultivos (para preparar la tierra antes de la siembra) y en cultivos perennes hasta 8 veces al año. 

El paraquat es un caso especial, es utilizado por pequeños agricultores sin ningún tipo de protección, y en las fincas de piña se utiliza en dosis alarmantemente altas: hasta 20 litros/ha de paraquat al 20%, lo que equivale a 4 kg/ha. Por tanto, es necesario revisar las prácticas agrícolas en dirección a la ecología. La agroecología, por ejemplo, se considera un elemento clave para cambiar el sistema de producción. “No podemos seguir produciendo alimentos a base de productos altamente tóxicos y peligrosos que suponen un riesgo de contaminación ambiental y pueden ser peligrosos tanto para los trabajadores agrícolas como para los animales, el suelo y los recursos hídricos en general”, concluyó el experto.

(Fuente: agribrasilis.com.)