Pedro Raúl Solórzano Peraza
III/4.-CON QUÉ VAMOS A SEMBRAR SOYA (primera parte)
Una vez que se ha definido qué, cuánto, con quién, dónde y cuándo sembrar, queda por establecer con qué se realizarán esos programas. Esto incluye los insumos fundamentales para la adecuada atención a los cultivos, asumiendo que se tiene asegurado un financiamiento suficiente y oportuno, y un destino para la venta del producto a precios razonables. Esos insumos son básicamente semillas certificadas de variedades de comprobado buen comportamiento en nuestros sistemas suelo-clima, inoculantes a base de Bradyrhizobium japonicum que pueden incluir molibdeno (Mo), fertilizantes, insecticidas, herbicidas, fungicidas y otros biocidas, maquinarias y equipos agrícolas, y transporte para el ingreso de insumos a las fincas y la salida de la cosecha hacia los centros de recepción.
Semillas: durante los años más recientes, en las siembras de soya que se han realizado en el país se ha utilizado casi exclusivamente un par de variedades provenientes de Brasil, identificadas como Tracajá y Sambaiba, y pequeñas áreas con otras variedades. Especialmente en Brasil, permanentemente están liberando nuevas y mejoradas variedades; así mismo, en el país aún hay instituciones como Fundación DANAC, Universidad Centro Occidental Lisandro Alvarado y otras, trabajando en evaluación y mejoramiento genético de esta especie, por lo que se espera que otros cultivares de más reciente desarrollo puedan ofrecer características favorables para ser utilizados en siembras comerciales.
Hasta hace poco tiempo, la mejor orientación que tenía el agricultor para la escogencia de la variedad a sembrar era la información producida por los Ensayos Regionales de Soya realizados por el FONAIAP desde 1987; después de varios años fueron suspendidos y luego el INIA trató de reiniciarlos en coordinación con SENASEM. Posteriormente se denominaron Ensayos Regionales Uniformes (ERU), y para la soya se suspendieron después de 1994 haciendo intentos por reactivarlos a partir del año 2004. Durante los años 2000 al 2002 se realizaron otras evaluaciones de variedades de soya, sin el carácter de ensayos regionales pero que sirvieron para introducir algunos materiales como las variedades Conquista, Suprema, DOKO, Prosoya 1 y 2, Celeste y otras. Posteriormente se evaluaron extraoficialmente las variedades Tracajá y Sambaiba, desarrolladas por EMBRAPA en Brasil para el estado de Tocantis y las regiones norte y noreste de dicho país.
En la actualidad, no se están realizando los ERU, y como se señaló anteriormente, solamente se utilizan las variedades Tracajá y Sambaiba en los programas comerciales que se llevan a cabo en el país para la producción de soya. La implicación de esto, es que las siembras comerciales de soya en Venezuela están expuestas a los grandes riesgos que implica utilizar solamente dos variedades, riesgos que pueden conducir al fracaso total de los programas, si llegara a ocurrir la aparición de algunas plagas o enfermedades ante las cuales estos materiales muestren una gran sensibilidad.
Para este primer año se debe utilizar en una mayor superficie, quizás en un 80%, las variedades Tracajá y Sambaiba debido a las experiencias previas, pero es necesario incluir algunas áreas con otras variedades de comprobada excelencia, para lo cual se debe consultar a Fundación DANAC, UCLA, INIA y alguna otra institución que disponga de materiales de soya previamente evaluados en nuestras condiciones. Además, para los ciclos de Norte-Verano se requieren variedades poco sensibles al fotoperíodo y que sean de ciclo corto o intermedio (alrededor de 90 días a cosecha) para un mejor aprovechamiento de lo reducido de esta parte de la temporada de lluvias. Entonces, hay un arduo trabajo por delante para lograr poner a disposición de los agricultores suficientes cultivares según las necesidades de cada sistema suelo-clima.
Fertilización de la soya: no se debe recomendar una dosis generalizada de fertilizantes, ya que la cantidad de nutrientes a aplicar va a depender de las condiciones de cada sistema suelo-clima que se utilice para la producción de soya. A continuación se presenta una forma de calcular un adecuado programa de fertilización para el cultivo de la soya, partiendo de un análisis de suelo:
1.-Si el suelo tiene problemas por excesos de sales solubles se debe consultar con un especialista para su recuperación o no sembrar soya en esas condiciones.
2.-pH del suelo >5,5, no hay problema de acidez. Si el pH del suelo < 5,5 corregir según las siguientes instrucciones:
2.1.-Contenido de arena superior a 50% y contenido de arcilla igual o inferior a 20%:
-pH entre 4,7 y 5,4: aplicar 400 kg de caliza agrícola/ha
-pH inferior a 4,7: aplicar 600 kg de caliza agrícola/ha
La caliza se aplica uniformemente sobre la superficie del suelo húmedo y se incorpora con los implementos de labranza. En este tipo de suelos, esperar al menos una semana para fertilizar y sembrar.
2.2.-Contenido de arcilla igual o inferior a 30%, con excepción de suelos arenosos, areno francosos y franco arenosos:
-pH entre 4,7 y 5,4: aplicar 800 kg de caliza agrícola/ha
-pH inferior a 4,7: aplicar 1.000 kg de caliza agrícola/ha
La caliza se aplica uniformemente sobre la superficie del suelo húmedo y se incorpora con los implementos de labranza. En este tipo de suelos esperar al menos dos semanas para fertilizar y sembrar.
2.3.-Contenido de arcilla superior a 30%:
-pH entre 4,7 y 5,4: aplicar 1.200 kg de caliza agrícola/ha
-pH inferior a 4,7: aplicar 1.800 kg de caliza agrícola/ha
La caliza se aplica uniformemente sobre la superficie del suelo húmedo y se incorpora con los implementos de labranza. En este tipo de suelos esperar al menos tres semanas para fertilizar y sembrar.
3.-Fertilización con nitrógeno: la soya por medio de una simbiosis que se establece en las raíces de la planta con bacterias del género Bradyrhizobium, es capaz de fijar directamente el nitrógeno atmosférico para cubrir sus requerimientos. Entonces, se debe aplicar la fertilización biológica haciendo una adecuada inoculación de las semillas con las bacterias respectivas inmediatamente antes de la siembra y, si el suelo es muy pobre, se recomienda aplicar una dosis stándard de 20 kg de N/ha en una sola fracción al momento de la siembra, lo cual permite asegurar el suministro de este nutriente hasta cuando se inicie el proceso de fijación de N atmosférico por parte de las bacterias. En suelos pobres, de baja fertilidad, se recomienda utilizar inoculantes que contengan molibdeno.
4.-Fertilización con fósforo:
4.1.-El análisis de suelo indica nivel BAJO de P: como el suelo se encala o el pH>5,5, aplicar 70 kg de P2O5/ha.
4.2.-El análisis de suelo indica nivel MEDIO de P: como el suelo se encala o el pH>5,5, aplicar 50 kg de P2O5/ha.
4.3.-El análisis de suelo indica nivel ALTO de P: como el suelo se encala o el pH>5,5, aplicar 30 kg de P2O5/ha.
5.-Fertilización con potasio:
5.1.-El análisis de suelo indica nivel BAJO de K:
5.1.1.-El contenido de arena es superior a 50% y el contenido de arcilla es inferior a 20%: aplicar 120 kg de K2O/ha, fraccionado, una fracción de 60 kg de K2O/ha al momento de la siembra y otra fracción de 60 kg de K2O/ha a los 25-35 días de edad del cultivo.
5.1.2.-El contenido de arcilla del suelo es inferior a 30%, excepto suelos arenosos, areno francosos y franco arenosos: aplicar 140 kg de K2O/ha en una sola fracción al momento de la siembra.
5.1.3.-El contenido de arcilla del suelo es igual o superior a 30%: aplicar 160 kg de K2O/ha, una sola fracción al momento de la siembra.
5.2.-El análisis de suelo indica nivel MEDIO de K:
5.2.1.-El contenido de arena es superior a 50% y el contenido de arcilla es inferior a 20%: aplicar 100 kg de K2O/ha, fraccionado, una fracción de 50 kg de K2O/ha al momento de la siembra y otra fracción de 50 kg de K2O/ha a los 25-35 días de edad del cultivo.
5.2.2.-El contenido de arcilla del suelo es inferior a 30%, excepto suelos arenosos, areno francosos y franco arenosos: aplicar 110 kg de K2O/ha en una sola fracción al momento de la siembra.
5.2.3.-El contenido de arcilla del suelo es igual o superior a 30%: aplicar 120 kg de K2O/ha, una sola fracción al momento de la siembra.
5.3.-El análisis de suelo indica nivel ALTO de K:
5.3.1.-El contenido de arena es superior a 50% y el contenido de arcilla es inferior a 20%: aplicar 40 kg de K2O/ha, fraccionado, una fracción de 20 kg de K2O/ha al momento de la siembra y otra fracción de 20 kg de K2O/ha a los 25-35 días de edad del cultivo.
5.3.2.-El contenido de arcilla del suelo es inferior a 30%, excepto suelos arenosos, areno francosos y franco arenosos: aplicar 70 kg de K2O/ha en una sola fracción al momento de la siembra.
5.3.3.-El contenido de arcilla del suelo es igual o superior a 30%: aplicar 100 kg de K2O/ha, una sola fracción al momento de la siembra.
6.-Relación Ca/Mg: en los programas de fertilización se debe mantener la relación Ca/Mg intercambiables con valores entre 2 y 7. Cuando la relación es baja (<2) porque hay poco Ca o mucho Mg y se encala, generalmente al encalar se corrige la relación Ca/Mg; si no se encala porque el pH es adecuado, se debe corregir la relación Ca/Mg aplicando 400 kg de caliza/ha. Cuando la relación Ca/Mg es alta (>7) porque hay muy poco Mg, se corrige aplicando 50 kg de MgO/ha, utilizando sulfato de magnesio o sulpomag.
7.-Fertilización con micronutrientes: en este caso, donde no tenemos mucho espacio para explicar a fondo el manejo de los micronutrientes, solo vamos a referirnos a las aspersiones preventivas. Si el análisis de suelo indica que el suelo es pobre en micronutrientes, o si no se reportan los niveles de micronutrientes pero el pH del suelo es de tendencia alcalina o mayor que 7,0, o si el suelo es en general muy pobre y de texturas gruesas (a, af y fa), las aspersiones preventivas de micronutrientes se consideran una buena opción.
En esas aspersiones preventivas se deben utilizar fertilizantes foliares que contengan mezcla de micronutrientes, en dos aplicaciones, una en la primera etapa de alta tasa de crecimiento, que ocurre más o menos a los 20-25 días de edad del cultivo y, la otra, dos semanas después. Según la concentración de nutrientes en el fertilizante se aplican dosis que varían entre 0,5 y 1,0 kg/ha disueltos en 100 a 200 litros de agua, o puede seguir las instrucciones del fabricante, o puede consultar un especialista.
Consideración final: en las siembras de soya durante el ciclo Norte-Verano de los Llanos Occidentales, si este cultivo sigue a un cultivo de maíz o arroz que fue adecuadamente fertilizado y se realiza una correcta inoculación de las semillas, no es necesario aplicar fertilizantes, ya que la soya aprovechará el efecto residual de P y K, y el nitrógeno será suministrado por la mineralización de la materia orgánica y la fijación biológica. Esto representa una disminución significativa de los costos de producción, por lo que el punto de equilibrio de la gestión se obtiene con rendimientos modestos de la soya, que son los más probables durante estas siembras con poca lluvia y con variedades precoces.
Mundo Agropecuario republica esta serie de artículos del año 2017 de nuestro colaborador Pedro Raúl Solorzano Peraza, dada la validez y vigencia del mismo creemos que refrescar esta opinión ayuda y vuelve a poner en primera linea este importante tema para la agricultura venezolana.
Pedro Raúl Solórzano Peraza es colaborador destacado de Mundo Agropecuario
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