En maíz, fertilizante de fósforo aumenta la eficiencia en el uso del agua en un 73 por ciento


Argentina ha pedido invertir en fertilizantes fosfatados para maíz para lograr eficiencia hídrica.


La disponibilidad de agua utilizable es un factor crítico para determinar el rendimiento de los cultivos y la productividad agrícola. Ante la alta probabilidad de una campaña con temperaturas superiores a lo normal y baja humedad, expertos del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria de Argentina, INTA, resaltan la importancia de invertir en fertilización de cultivos, señala el sitio web del Gobierno argentino.

Esto se debe a que, según un estudio reciente, la fertilización aumenta la eficiencia en el uso del agua en un 73% en años secos.

“La fertilización con fósforo sigue siendo una estrategia clave para asegurar la rentabilidad y la productividad”, enfatizó Hernán Ferrari, investigador del INTA, quien no dudó en asegurar que “aunque este escenario pueda parecer desalentador por las condiciones limitadas del agua, vale la pena la inversión”.

Al mismo tiempo, aclaró que en condiciones de sequía, la aplicación de fertilizantes no sólo aumenta los rendimientos en términos absolutos, sino que también aumenta la eficiencia en el uso del agua. “Investigaciones realizadas en la región pampeana muestran que la aplicación de nutrientes balanceados como fósforo (P), nitrógeno (N) y azufre (S) aumenta la eficiencia en el uso del agua hasta en un 73%”, enfatizó.

“Este aumento en la eficiencia significa que los cultivos fertilizados producen más kilogramos de grano por cada milímetro de agua disponible, lo cual es muy importante cuando las precipitaciones son escasas”.

Además, según Ferrari, “en cultivos como el maíz, la respuesta a los fertilizantes en años secos no sólo mejora el uso del agua disponible, sino que también aumenta significativamente el rendimiento, hasta un 34% (2528 kg/ha), lo que conlleva evidentes beneficios económicos. beneficios para el fabricante.”

En años neutros, la respuesta al fósforo es menor, pero aún significativa, con un aumento de hasta el 7% (880 kg/ha). “Estos datos resaltan que la fertilización en un año seco no sólo es necesaria, sino que puede marcar la diferencia entre pérdidas y ganancias”, afirmó el especialista del INTA.

Fuente y foto: www.argentina.gob.ar.