Este método está ganando popularidad en Portugal porque reduce el uso de maquinaria, pesticidas y preserva la biodiversidad para proteger el suelo de la sequía. Los servicios de “desmalezado de ovejas” tienen una gran demanda.
En un artículo publicado por la agencia de noticias portuguesa Lusa habla sobre las ventajas de combinar cría de ovejas y viticultura: “Un rebaño de ovejas se utiliza para controlar el crecimiento de la vegetación en un viñedo en las cercanías de Sabrosa.
El viticultor y enólogo Paulo Coutinho se especializa en agricultura regenerativa. En su viñedo introdujo el pastoreo controlado de ovejas durante la fase de reposo de la viña. Le dijo a Lusa que el objetivo es regular el crecimiento de los cultivos de cobertura mientras las ovejas se alimentan bajo el control del pastor sin destruir completamente la vegetación. En su viñedo siembra una mezcla de cobertura de rábano oleaginoso, trébol, avena y mostaza.
Criar ovejas en un viñedo no sólo ahorra costes de maquinaria y herbicidas, sino que proporciona beneficios adicionales como el suministro de fertilizantes orgánicos y la protección de la biodiversidad. La preservación de los cultivos de cobertura mejora la sostenibilidad de todo el ecosistema del viñedo y reduce la temperatura del suelo en verano. La diferencia de temperatura entre el suelo desnudo y el suelo con vegetación puede ser de 20 grados.
“Se trata esencialmente de devolverle vida al suelo, algo que llevamos muchos años dañando y destruyendo en la viticultura tradicional. Además de la regeneración del suelo, también es importante conservar la humedad del suelo frente a las precipitaciones y evitar la lixiviación y escorrentía de nutrientes”, explicó Paulo Coutinho a Lusa.
Una de las dificultades para implementar esta práctica es el movimiento de las ovejas, que dura una hora, que realiza el propietario del rebaño, el pastor Manuel da Silva, de 76 años. Cuenta con un rebaño de 60 ovejas y cabras formado para estas labores y amplia experiencia en la prestación de dichos servicios de desmalezado. La cooperación trae beneficios a ambas partes. Los animales reciben comida y salario, y el viticultor tiene la oportunidad de producir vino ecológico. Paulo Coutinho también ha invertido en el compostaje y la reutilización de residuos de viñedos y de producción de vino.
“Se podría decir que trabajo casi en un sistema cerrado. Básicamente, lo que saco del viñedo lo vuelvo a poner, incluidos los restos, los orujos de uva e incluso los sedimentos de uva. Es un buen ahorro”, explicó a Lusa.
Hoy la producción promedio anual de vino de esta productora es de 3.500 botellas, y actualmente existen tres tipos de vinos tintos, blancos y rosados, que se comercializan principalmente en el mercado nacional”.
Fuente: Lusa.
Foto: Anna Medvedeva, AgroXXI.ru.