Estudian la incidencia de fauna en las plantaciones de cacao al sur de Nicaragua.


Por José Armando González

@jag_ojeda


La producción de cacao en Río San Juan, una provincia al sur de Nicaragua, se ha visto mejorada en los últimos años. Una actividad que estaba «dormida», pues las plantaciones florecían, daban frutos, llenas de maleza, pero no estaban siendo manejadas adecuadamente ni vistas con potencial para comerciar, transformar y generar nuevos ingresos a las familias.

Una de las problemáticas que presenta la producción de cacao en Las Azucenas y el Refugio de Vida Silvestre Los Guatuzos es el “daño” que realizan ardillas, monos, pájaros y cuyusos a la plantación, según las/os productoras/es.

Al ingresar a una parcela de cacao en la comunidad Papaturro se puede ver el daño que tienen algunas mazorcas en su cuerpo o los restos de mazorcas al pie de los árboles. Pero este daño no es en todos los árboles ni en todas las mazorcas de un mismo árbol.

Amigos da Terra Galicia, la Asociación para el Fomento del Desarrollo Local Ecosostenible en Río San Juan (ASODELCO) y Amigos de la Tierra España, escucharon muchas veces las quejas de las/os productoras/es sobre las ardillas y monos, quienes las califican como “plaga” al “dañar” (alimentarse) el cacao, pero también supieron de algunas acciones en detrimento de los animales con la finalidad de espantarlos del cultivo.

¿Realmente es una plaga? ¿El daño es significativo? Son algunas de las preguntas que se hicieron las organizaciones. Para dar respuesta a esta situación, Amigos de la Tierra España y la Universidad Nacional Agraria (UNA) realizaron la consulta sobre el “Patrón de desplazamiento de la fauna silvestre asociada al cacao en San Carlos, Río San Juan”, en el marco del Proyecto Ecosistemas Resilientes, financiado por la Xunta de Galicia.

Los investigadores de la UNA comenzaron a mediados del 2024 los procesos de consulta en 12 comunidades para conocer la situación real del perjuicio a las plantaciones, cuáles especies están incidiendo, el daño ocasionado a las mazorcas, las medidas tomadas por las/os cacaoteras/os, y a partir de ello realizar recomendaciones para minimizar el daño.

El Profesor Miguel Garmendia, docente de la UNA, durante la presentación del proceso de consulta a la Delegación Territorial del Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales (MARENA) en Río San Juan, dijo que ellos quieren “ver si los niveles de afectación son reales, cuál es la percepción de ellos ante la situación, tener una lista de las especies que tienen incidencia. Se van a hacer recorridos libres, observando tanto a las especies que ellos mencionen como otras especies que están afectando el sistema de cacao o en bosques aledaños”.

“Queremos mantener la diversidad biológica de la fauna silvestre en el área protegida y también queremos mantener la producción de cacao, tenemos que encontrar una armonía de convivencia; la fauna silvestre siempre va a estar ahí, siempre va a ver afectación”, explicó Garmendia.

Según Oscar Bermúdez, técnico de seguimiento de Amigos de la Tierra España, los cacaoteros mencionan el 60% de pérdida en sus cosechas, tienen evidencias de afectación de la mazorca por las ardillas, el pájaro carpintero y quieren saber ¿cómo controlar eso?

¿A qué hora comen en la plantación?

Las especies vistas en las plantaciones son el mono araña, mono cara blanca, ardillas, el cuyuso y pájaro carpintero copete rojo, tanto en Las Azucenas como en el Refugio de Vida Silvestre Los Guatuzos.

En uno de los grupos de consulta, compartieron los horarios en la que los animales llegan a comer las mazorcas, “la ardilla come entre las seis y ocho de la mañana y luego entre las tres y cinco de la tarde; el cuyuso es un animal nocturno, come entre las 10 y 11 de la noche, si hay luna no sale a comer; el mono araña come en manadas de 10 a 20 especímenes al final de la tarde; y el carpintero a cualquier hora del día”.

En el caso particular de la ardilla, que es la especie que más ven en la plantación, esta tiene gustos “exquisitos y refinados” a diferencia de las otras especies. “No es cualquier mazorca ni cualquier palo que le gusta, ella prefiere la mazorca delgada, alargada y muy dulce; en mi plantación hay una ardilla que solo come de tres árboles”, dijo Ana Rodríguez, productora de cacao y hortalizas de la comunidad Papaturro.

¿Qué daños ocasionan?

Las/os productoras/es aducen que al no haber (muchos) árboles frutales como antes, los animales tienen que comer del cacaotal, “esos animales a nosotros nos están reprendiendo en el cacao, porque no hay árboles frutales como mamones, naranjas, guayabas, nancites, ojoche, espavel”, dijo Luis Alberto Meza otro productor de la comunidad Valle de Guadalupe.

Durante las visitas a las fincas se pudo constatar el consumo de mazorcas por las diversas especies, cada una tiene una forma de comer que es fácilmente identificable.

Don Armando Martínez, se auxilia de una mazorca para explicar cómo las dejan después de darse un festín, “el mono la desbarata y se come todo (las semillas, placenta, pulpa, cascara); la ardilla hace un hoyo grande en un lado de la mazorca y no se lo come todo; el carpintero le hace un hoyito pequeño redondo a un lado de la parte superior de la mazorca, muy cerca del tallo; en cambio el cuyuso la destapa por abajo y se come la semilla”.

Entre los daños identificados durante el corte de mazorcas están que una ardilla daña aproximadamente 50 mazorcas y una manada de monos (15 – 20) se comen un quintal de cacao.

¿Debemos convivir con ellos?

Aunque las especies reducen la cantidad de mazorcas a cosechar y por ende la cantidad de cacao en baba a entregar en los centros de acopio, para Luis Meza esto no es un problema grande y asume que ellos mismos son los responsables de la presencia de los animales, “nosotros somos los culpables de todo lo que pasa, el hombre ha venido eliminando las plantas donde ellos se alimentaban. Ahora les digo a muchos, a las cazuelas de las cocinas van a llegar si dejan las puertas abiertas. Ellos andan buscando que comer”.

A la plantación de cacao de Don Luis llegan “el mono, el carpintero y la ardilla; el coyuzo no llega”, pero él ha sabido manejarlas en su cacaotal, “en mi finca he dejado árboles frutales, a ellos les gusta el hule, el mamón chino, caimito; así convivimos con ellos”.

Meza considera que los animales tienen derecho a alimentarse al igual que ellos y que encontrar 25 o 30 mazorcas dañadas de 1,000 que cosechará, no es un daño que los va a dejar pobres. Y es que algunos productores no quieren que se les coman ni una mazorca.

Algo en lo que sí coinciden Armando, Ana y Luis, es que cuando hay bastante fruta disponible, los animales no ingresan al cultivo. Pero, cuando no hay disponibilidad de alimento en esos árboles, ellos ingresan al cacao.

Los resultados de la consulta estarán listos antes de finalizar el 2024 y serán socializados con las/os cacaoteros, cooperativas, proyectos hermanos en la zona y el MARENA.