Coordinadora del Programa Social Granitos de Esperanza
«La Agricultura Familiar (incluyendo todas las actividades agrícolas basadas en la familia) es una forma de organizar la agricultura, ganadería, silvicultura, pesca, acuicultura y pastoreo, que es administrada y operada por una familia y, sobre todo, que depende preponderantemente del trabajo familiar, tanto de mujeres como hombres. La familia y la granja están vinculados, co-evolucionan y combinan funciones económicas, ambientales, sociales y culturales.» ( FAO 2014)
Tanto en los países en desarrollo como en los países desarrollados, la AF es la forma de agricultura predominante, representa el 80% de la producción de alimentos del mundo, por su parte, en nuestro país según datos de FEDEAGRO (Confederación Nacional de Productores Agropecuarios de Venezuela) el 90% de la producción de alimentos proviene de la Agricultura Familiar.
El impacto que la AF representa para el mundo, en el contexto de aportes concretos para la mitigación del cambio climático, es determinante, ya que contribuye a mitigar sus efectos: reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero, conservando el suelo y el agua, aumentando la resiliencia de los sistemas agrícolas y mejorando la seguridad alimentaria, además garantiza alimentos sanos, genera empleos, dinamiza las economias rurales y el desarrollo integral de sus entornos.
Recientemente se celebró la COP28, donde se lanzó una nueva iniciativa llamada FAST (Alimentos y Agricultura para una Transformación Sostenible), que busca aumentar el financiamiento para transformar la agricultura y apoyar la AF de los países en desarrollo, así mismo, se acordó un nuevo plan cuatrienal sobre agricultura y seguridad alimentaria, que incluye acciones para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y mejorar la resiliencia de los sistemas agroalimentarios.
Urge apoyar y fortalecer a los agricultores familiares, reconociendo su papel y valorando su aporte. La Agricultura Familiar es garantía para la seguridad alimentaria de Venezuela y contribución efectiva para el futuro.
En el último censo oficial del país (2008) sobre las UDP se evidencia que: 90% de las explotaciones están por debajo de 100HA, las que están por debajo de 5HA representan 46% del total, solo un 10% corresponden a UDP de más de 100HA (FEDEAGRO), los indicadores son claros: la mayoría de la producción nacional proviene de la Agricultura Familiar, en ese sentido, es importante ALERTAR: que ir en dirección a una agricultura de consorcios de grupos industriales (que es lo que se palpa entre grupos pequeños pero poderosos de nuevos agroindustriales y empresarios con anuencia del Estado actual) representaría el aplastamiento de los pequeños y medianos productores en nuestro país.
La situación de crisis en el agro venezolano ( crisis que abarca todos los sectores) gestionada asertivamente puede transformarse en la oportunidad de crear una política acertada en sintonía con los ODS y los recientes acuerdos de la COP28, e incluso puede representar el inicio de una transición hacia la Agricultura Regenerativa (totalmente compartible con la rentabilidad) y convertir el sector en un diversificador de la economía del país con consciencia ambiental, ahora, como lo he resaltado en cada artículo, hacerlo posible involucra un cambio de modelo político, leyes que sean sostén y definan las reglas y una política pública real, sincera e innovadora.
¡Tenemos que cambiar!
Dejo éstas propuestas públicas de FEDEAGRO, que a mí juicio son base para una Política Pública Nacional bajo el modelo Sostenible, que fortalezca la Agricultura Familiar y vaya en sintonía con la agenda mundial:
– Impulsar la Agricultura Familiar a través de un marco legal, programas, planes, proyectos y políticas de estímulo con base en los ODS
-Impulso a los rubros con probadas ventajas comparativas y competitivas
-Desarrollo de una agenda exportable: producir para exportar
-Capacitación y apoyo tecnológico en manejo y prácticas de alimentación
-Estrategia conjunta de Estado, Productores Agropecuarios para el desarrollo rural integral
-Fomentar y promover la Asociatividad como camino para enfrentar los grandes desafíos y como puente para la Agricultura de Contrato totalmente compatible con el modelo Sostenible
-Uso de biotecnología para aminalar los costos y aumentar la productividad, agricultura regenerativa.
-Establecer alianzas con organismos multilaterales en el mundo para el financiamiento.
Para finalizar, reafirmo que en Venezuela hay ganas, talento, propuestas, técnicos, expertos, 17 estados productores, 600.000 UDP trabajando y lo más importante la voluntad de éstos actores de lograr las alianzas necesarias para hacerlo posible, por eso debemos CAMBIAR
Brenda Ribeiro es colaboradora destacada de Mundo Agropecuario
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