El uso excesivo de campos agrícolas, la sequía y la deforestación para aumentar las tierras de cultivo no sólo reducen la fertilidad del suelo, sino que también aceleran la desertificación, el proceso en el que los campos productivos se convierten en tierras desérticas aparentemente inutilizables. Según la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación, la transformación de campos fértiles en arena tiene un impacto negativo en las vidas y los medios de subsistencia de más de 200 millones de personas en todo el mundo. La amenaza de la desertificación, si no se controla, podría provocar hambrunas y migraciones climáticas a gran escala.
En un artículo de Aaron Chimelis, publicado en la revista online The Gabber, se ha leido sobre la investigación del potencial de la nanotecnología en la lucha contra la desertificación: “Las preocupantes cuestiones de la desertificación están siendo estudiadas intensamente por un equipo internacional de investigadores investigadores de la Universidad de Florida. El objetivo es encontrar métodos que permitan revertir la desertificación y la pérdida de fertilidad del suelo. Debido a que gran parte del suelo del estado es arena, Florida es ideal para estudiar cómo hacer que el suelo sea más productivo de manera ambientalmente sustentable.
“Los suelos arenosos en realidad representan aproximadamente el 31% de la superficie mundial. El suelo arenoso tiene muy baja capacidad de retención de agua y nutrientes, lo que facilita que los nutrientes se filtren después de que los agricultores aplican fertilizantes”, dice el investigador postdoctoral Dr. Xiaoping Xin.
Esto significa que los agricultores necesitan aplicar más agua y fertilizantes para producir resultados que no son ideales. Para contrarrestar esto, la Dra. Xin y sus colegas científicos del suelo están explorando formas de aumentar la capacidad de retención del suelo y al mismo tiempo agregar nutrientes beneficiosos. Uno de esos métodos: las nanopartículas de carbono.
El equipo comenzó a ver resultados prometedores cuando utilizaron nanopartículas de carbono biofuncionalizadas como enmiendas del suelo para el maíz. Estas partículas cargadas negativamente retienen nutrientes cargados positivamente, como nitrógeno y fósforo, y también garantizan una menor escorrentía de agua.
Utilizando estas nanopartículas, los investigadores pudieron agregar carbono al suelo. El carbono es naturalmente menos abundante en suelos más arenosos, pero es vital para el crecimiento de las plantas. Esto permite mejorar las condiciones de crecimiento de diversos cultivos alimentarios.
En general, los resultados muestran que las nanopartículas de carbono mejoran la salud del suelo, la capacidad de retención de agua y el contenido de nutrientes de los cultivos, en este caso el maíz.
Los resultados obtenidos dan lugar a avances prometedores en relación con la reanudación de la producción de cultivos en tierras arenosas desertificadas o infértiles.
“La nanotecnología es algo nuevo, especialmente para la agricultura. Sin embargo, a medida que la población mundial crece, se necesitan más alimentos y la crisis climática continúa desarrollándose. Por lo tanto, devolver las tierras marginales y desertificadas a la producción agrícola utilizando métodos nuevos y eficaces es una tarea importante. Estamos muy interesados en estudiar las tasas de aplicación óptimas y las limitaciones de estos nanoproductos para una amplia gama de cultivos y condiciones ambientales en el contexto de su impacto a largo plazo en la salud y la sostenibilidad del suelo”, concluyó el Dr. Xiaoping Xin.
Fuente: thegabber.com Autor: Aarón Chimelis. Foto de Jaya Nepal. En la foto, el Dr. Xiaoping Xin recopila datos sobre el uso de nanopartículas de carbono en el maíz.