Germán Robaina G.
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Uno de los más grandes descubrimientos realizados durante la recopilación de la información científica disponible para tratar de caracterizar a la Región Marino-Costera, fue enterarnos que Venezuela figura entre los 20 países más contaminan con plásticos y micro plásticos a los océanos de todo el mundo.
Como todos sabemos, los desechos plásticos se acumulan cada vez más en el medio marino, pero los datos sobre la distribución y cuantificación de las fuentes fluviales necesarios para implementar gestiones tendentes a lograr una mitigación efectiva son muy limitados.
En base a un modelo que incluye datos distribuidos geográficamente sobre residuos plásticos, uso de la tierra, viento, precipitación y ríos, se calculó la probabilidad de que los residuos plásticos lleguen a un río y a través de ellos, al océano, utilizando un enfoque probabilístico y observaciones de campo, se demostró que las emisiones se distribuyen en un mayor número de desembocaduras de lo que se pensaba anteriormente.
Los estudios estimaron que más de 1000 ríos representan el 80% de las emisiones de plástico anuales globales, destacando que los pequeños ríos urbanos suelen ser los más contaminantes.
El estudio estima que el 60% de todos los plásticos fabricados hasta la fecha, se han desechado en vertederos o en el medio natural, planteando serios y notables amenazas para la vida acuática, los ecosistemas y la salud humana, causando graves pérdidas económicas a través de daños a embarcaciones, artes de pesca, efectos negativos en la industria del turismo, la actividad acuícola, requiriendo mayores esfuerzos de limpieza de las costas, que tan solo para la cuenca de Asia y el Pacífico se estiman en US $ 1.26 mil millones por año.
Estas evaluaciones demostraron una correlación significativa entre los datos de concentración de plástico (micro) recopilados por las redes de arrastre de superficie en los ríos, las estadísticas nacionales sobre la generación de desechos plásticos mal-administrados (MPW) y la densidad de población.
Del total de 100.887 desembocaduras de ríos y arroyos incluidos en el modelo, se encontraron que 31.904 ubicaciones emiten desechos plásticos al océano, filtrándose entre 0.8 a 2.7 millones de TM en el medio ambiente marino en 2015.
El estudio realizó una distribución de alta resolución de probabilidad P(E) para que los residuos desechados en tierra lleguen al océano, valor que osciló entre 0% para las regiones sin litoral y hasta 80% para los centros urbanos costeros ubicados cerca de un río o quebrada. Pero cuando esta información se combina con la distribución de la generación de residuos en tierra, las probabilidades de emisión aumentan considerablemente.
Sobre la base de recientes observaciones de campo y considerando las probabilidades de transporte de residuos plásticos tierra dentro de una cuenca fluvial, se demostró que el uso de la tierra, la distancia desde la generación de residuos hasta el río más cercano y la costa juegan un papel más importante que el tamaño de la cuenca del río en sí. Por lo tanto, las ciudades costeras asociadas con el drenaje urbano y las superficies pavimentadas (¿embaulamientos?) presentaron las mayores probabilidades de emisión, particularmente en regiones con altas tasas de precipitación.
En promedio, se calcula que las cuencas fluviales con uso dominante de superficies artificiales tienen una mayor probabilidad de verter plástico al océano que las cuencas fluviales con predominio de cauces naturales (13 y 2%, respectivamente) y emiten fracciones más grandes de desechos plásticos al océano (15 y 3%, respectivamente).
Se encontró que 830 pequeños ríos combinados representan el 30% de las emisiones globales, mientras que los ríos de tamaño medio aportan un 47% de los aportes totales, y los grandes ríos representan una fracción relativamente pequeña.
Se estimó que el 1,5% (entre 1,2 y 4,0%) de los 67,5 millones de TM del total de MPW generados a nivel mundial ingresa al océano después de un año de su desecho, sin embargo, la fracción de residuos desechados que entran al océano difiere considerablemente de país a país.
Los países con una superficie terrestre relativamente pequeña en comparación con la longitud de su costa y con altas tasas de precipitación tienen más probabilidades de generar plásticos oceánicos. Países del área del Caribe como la República Dominicana y de archipiélagos tropicales como Indonesia o Filipinas, presentan una mayor proporción de desechos plásticos desechados que se filtran al océano, por lo que las emisiones de plástico de estos países son desproporcionadamente más altas en comparación con los países con concentraciones similares de MPW pero diferentes condiciones geográficas y climatológicas.
Según este estudio (Meijer, et al., 2021: Sci. Adv. 7 (18)), Venezuela, con 6,0 x 103 MT, ocupa la décimo octava posición (18) en lo que a volumen de contaminación plástica global se refiere, con 224 desembocaduras de ríos y caños evaluadas y once (11) de ellas formando parte del grupo de ríos responsables del 80% de los aportes de desechos plásticos a los océanos del mundo.
De mayor a menor, las once (11) desembocaduras más contaminantes del territorio venezolano en lo que a material plástico se refiere, serian: Tuy (1.383.600 Kg/año), Neverí (409.600 kg/año), Catatumbo (368.700 kg/año), Manzanares (341.000 Kg/año), Chama (307.800 kg/año), Rivilla (205.500 kg/año), Escalante (183.300 kg/año), Cañada La Vaneguita -Maracaibo- (168.800 kg/año), Orinoco (126.400 kg/año), Quebrada de Tacagua (124.400 kg/año) y San Juan (104.700 kg/año).
Entre los países latinoamericanos, tan solo Brasil (3,8 x 104 MT/año), Guatemala (7,1 x 103 MT/año), Haití (6.9 x 103 MT/año) y República Dominicana (6.3 x 103 MT/año) superan a nuestro país en su aporte de desechos plásticos a los océanos del mundo. De las 224 desembocaduras contaminantes evaluadas, destacan en una segunda categoría las desembocaduras de Borburata (90.100 kg/año), Caño Manamo (81.100 kg/año), Boca de Yaracuy (80.000 kg/año), Río Caribe (76.100 kg/año), Quebrada de Palma Sola (75.400 kg/año), Unare (66.000 kg/año), Cumboto (60.300 kg/año), dos desembocaduras cercanas a Carúpano (Playa Grande y Playa del Puerto) con 105.300 kg/año, Playa Jose II (47.200 kg/año), Desembocadura cercana al Muelle de Cariaco (42.600 kg/año), Capaya, Boca Vieja y El Guapo (76.100 kg/año), Yaguaraparo (37.400 kg/año), Mariguitar (36.400 kg/año), Guanta (29.800 kg/año), Río Chico (23.200 kg/año) y Boca de Uchire (18.200 kg/año).
Para las 195 desembocaduras restantes, se reportaron aportes contaminantes anuales comprendidas entre 100 y 10.000 Kg/año, cifra está que dista mucho de ser irrelevante, ya que podría significar un aporte de desechos plásticos que oscilaría entre 195.000 kg/año y 1.950.000 kg/año (cifra exacta no cuantificada por el autor.
Finalmente, aunque el Lago de Maracaibo no fue incluido como parte de la Región Marino-Costera nacional, la evaluación de cuarenta y seis (46) de las desembocaduras que caen a este gran reservorio de agua generan 13.553.570 kg/año de desechos de origen plástico.
Germán Robaina es colaborador destacado de Mundo Agropecuario
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