Los productores de uva de vino de Texas informan que esta temporada obtuvieron fruta de alta calidad a pesar de los desafíos climáticos dispersos y la incertidumbre constante en los mercados del vino, según un especialista del Servicio de Extensión AgriLife de Texas A&M.
por Adam Russell, Universidad Texas A&M
Justin Scheiner, Ph.D., profesor asociado y especialista en viticultura estatal de AgriLife Extension en el Departamento de Ciencias Hortícolas de Texas A&M, Bryan-College Station, dijo que la cosecha todavía está en marcha en partes del oeste de Texas y las Altas Llanuras, mientras que los viñedos de la Costa del Golfo, el norte de Texas y Hill Country casi han terminado la recolección.
En general, los rendimientos han sido promedio mientras que la calidad ha sido muy buena a excelente donde los productores lograron controlar la presión de las enfermedades.
«Este ha sido un verano relativamente suave para los estándares de Texas, lo cual fue muy positivo para la calidad de la fruta», dijo Scheiner. «Hubo algunos problemas de enfermedades fúngicas al principio debido a las fuertes lluvias de primavera y verano, pero los viñedos que lograron controlarlas han cosechado una fruta excelente».
El clima y las enfermedades influyen en el rendimiento y la calidad
A diferencia de los últimos años, los viñedos de Texas evitaron eventos catastróficos generalizados como heladas tardías de primavera o grandes tormentas de granizo, aunque el granizo y las inundaciones localizadas todavía causaron daños en algunas áreas.
Las lluvias generaron desafíos en varias regiones, en particular con enfermedades fúngicas que amenazaron la producción y la salud de las vides en los viñedos de la Costa del Golfo, Hill Country y el norte de Texas. Los productores de Hill Country también sufrieron inundaciones localizadas. Sin embargo, una vez que las condiciones se secaron al acercarse la maduración, los viñedos que mantuvieron las enfermedades bajo control produjeron uvas de alta calidad, afirmó Scheiner.
«El Blanc du bois, el Black Spanish y las variedades más recientes de Pierce resistentes a enfermedades, como el Camminare Noir, tuvieron un buen rendimiento», afirmó. «Los rendimientos fueron moderados, pero la calidad ha sido excelente».
Los viñedos de las Altas Llanuras de Texas, que representan la mayor parte de la superficie de uva de vino del estado, continuarán cosechando hasta octubre. Hasta el momento, Scheiner afirmó que los informes de la región también indican fruta de alta calidad.
La demanda de uva de vino cae
A pesar de la alta calidad de la cosecha, Scheiner afirmó que algunos viñedos siguen teniendo dificultades para encontrar compradores. Las ventas nacionales de vino se han desacelerado en los últimos años, y esa tendencia ha afectado a las bodegas y productores texanos.
«Las bodegas más grandes de Texas compran la mayor parte de su fruta, pero no la cultivan en gran parte», dijo Scheiner. «Mientras tanto, los productores más grandes a menudo carecen de etiquetas de vino. Por lo tanto, cuando la demanda disminuye, se crean dificultades para conectar viñedos y bodegas».
El crecimiento se ha desacelerado en la industria del vino de Texas, pero continúa sumando superficies y bodegas, dijo.
Texas añadió alrededor de 50 nuevos permisos para la producción de vino anualmente durante la última década, pero esa cifra se ha reducido a unos 20 el año pasado. La superficie de viñedos superó las 14,000 acres este año, en comparación con las 11,000 de 2022.
«Seguimos viendo crecimiento, pero definitivamente se ha desacelerado en comparación con los últimos años», dijo.
Crecimiento en regiones, nuevas variedades
Texas sigue siendo uno de los estados con mayor diversidad vitivinícola de EE. UU., con viñedos que se extienden desde la Costa del Golfo hasta las Altas Llanuras y el norte y este de Texas. La región montañosa (Hill Country) aún alberga el mayor número de bodegas, encabezada por el condado de Gillespie, con más de 100 permisos vigentes.
La mayor parte del crecimiento de la superficie de viñedos continúa concentrándose en las Altas Llanuras, pero Scheiner dijo que el Norte de Texas ha experimentado un crecimiento significativo en viñedos y bodegas.
Scheiner afirmó que la adopción de nuevas variedades de Pierce resistentes a la enfermedad ha ampliado las oportunidades en zonas con mayor precipitación anual, como el norte y el este de Texas. Las nuevas variedades de Pierce resistentes a la enfermedad se plantan actualmente en más de 20 condados de Texas.
Scheiner dijo que AgriLife Extension, junto con socios de la industria, continúa investigando cómo se desempeñan estas variedades en las condiciones de Texas, incluidos los hábitos de crecimiento del viñedo , las características de la fruta y el potencial para elaborar vino.
«Aún son relativamente nuevas, pero estamos empezando a ver los primeros vinos elaborados con ellas», dijo Scheiner. «Representan un gran potencial para los viticultores en zonas donde la enfermedad de Pierce ha sido un factor limitante».
