Aquí hay una enfermedad que pone los pelos de punta a muchos criadores de cabras. Puede actuar con la velocidad del rayo y literalmente diezmar su rebaño. Se llama clostridiosis. Si alguna vez encontró una cabra perfectamente sana en su corral la noche anterior y la encontró muerta con el vientre hinchado a la mañana siguiente, probablemente se haya topado con esta misma enfermedad. Exploremos qué es este enemigo, cómo identificarlo y, lo más importante, cómo evitar que destruya su rebaño.
¿Qué es la clostridiosis en las cabras? Imagine una bacteria kamikaze que duerme tranquilamente durante años en el suelo e incluso en los intestinos de su cabra. Se llama Clostridium . Es anaeróbica, lo que significa que prospera en ambientes con deficiencia de oxígeno. En forma de espora, es prácticamente inmortal: es inmune a las heladas, el calor y muchos desinfectantes.
Los problemas comienzan cuando esta espora se despierta por varias razones:
- Un cambio repentino en la dieta (pasar del heno a la hierba suculenta, demasiados cereales, concentrados, melaza).
- Comer en exceso.
- Alimento de mala calidad y en mal estado (heno mohoso, verduras podridas).
- Estrés (transporte, cambio de propietario, partos, manejo brusco).
En este punto, la bacteria despierta y comienza a producir una cantidad monstruosa de toxinas. Esto no es solo un veneno, sino uno de los venenos naturales más potentes. Se absorbe en el torrente sanguíneo y literalmente disuelve el tejido desde el interior. Los siguientes tipos se encuentran en las cabras:
El Cl. perfringens tipo D causa la enfermedad de la «energía» o enterotoxemia. Un ejemplo clásico.
Cl. tetani : sí, es el mismo agente causante del tétanos.
Cl. septicum es la causa del edema maligno.
Hoy en día la atención se centra en el más insidioso y extendido: Cl. perfringens tipo D.
¿Qué tiene de peligroso la clostridiosis en las cabras? Es silenciosa, mortal y rápida.
Peligro n.° 1: Velocidad. Desde la aparición de los primeros síntomas hasta la muerte del animal, pueden transcurrir entre 2 y 12 horas. A menudo, el dueño simplemente no tiene tiempo para hacer nada.
Peligro n.° 2: escamas. La enfermedad puede afectar no solo a una, sino a varias de sus mejores cabras a la vez, especialmente a las crías, que son las más vulnerables.
Peligro n.° 3: Toxinas. Afectan el sistema nervioso, destruyen las paredes intestinales y causan intoxicación general. Incluso si el animal se salva milagrosamente, las consecuencias para su salud pueden ser irreversibles.
La pintura puede ser diferente, pero hay formas clásicas:
1. Curso hiperagudo (el más frecuente)
La cabra estaba activa y comía bien. Se acostaba por la noche y no se levantaba por la mañana. Signos: distensión abdominal repentina (timpanismo): el vientre se siente como un tambor. Muerte súbita sin causa aparente. A veces se pueden notar convulsiones, rechinar de dientes y una postura anormal. Espuma en la boca.
2. Curso agudo (existe un pequeño margen de tiempo para el tratamiento). Negativa a comer, depresión y gemidos. La diarrea sanguinolenta es un signo muy característico. Trastornos neurológicos: marcha inestable, movimientos de cabeza flotante, convulsiones y golpes de cabeza contra la pared. Fiebre alta (en las primeras etapas), que luego desciende por debajo de lo normal.
3. Curso subagudo (más frecuente en animales jóvenes)
La enfermedad progresa más lentamente, con periodos de diarrea y mejoría, pero termina en agotamiento y muerte. Importante: los síntomas pueden confundirse con los de otras enfermedades (por ejemplo, intoxicación o listeriosis). Sin embargo, la velocidad y la gravedad de la afección siempre deben sugerir clostridiosis.
Llame a un veterinario de inmediato. Probablemente no podrá manejar esta situación por sí solo. Primero, administre un suero antitoxina. ¡No es un antibiótico! Es un anticuerpo prefabricado que neutraliza la toxina en la sangre. Se administra por vía intravenosa o subcutánea en grandes dosis. Este es el tratamiento principal para salvar vidas.
Antibióticos. Dosis altas de penicilina, tilosina y metronidazol son eficaces para eliminar la bacteria Clostridium. El tratamiento debe prolongarse.
El veterinario administrará líquidos intravenosos para combatir la deshidratación y la intoxicación (solución salina, glucosa), analgésicos (antiinflamatorios no esteroideos), medicamentos de apoyo cardíaco y anticonvulsivos. También recetará sorbentes (carbón activado, enterosgel) para fijar las toxinas en los intestinos.
Sin embargo, incluso con un tratamiento oportuno, las probabilidades de supervivencia no son del 100 %. Los efectos de la toxina son irreversibles. Por lo tanto, la única solución fiable es la prevención. ¡VACUNACIÓN! ¡VACUNACIÓN! ¡Y MÁS VACUNACIÓN! Esta es la única manera fiable de proteger a su rebaño. Se utilizan vacunas polivalentes, que protegen contra varios tipos de clostridios simultáneamente.
Calendario de vacunación:
- Niños: primera vacunación a las 8-10 semanas, revacunación a las 3-4 semanas.
- Cabras adultas: Vacunación de refuerzo anual 3-4 semanas antes del parto. ¡Esto es fundamental! Protegerá tanto a la madre como a los cabritos recién nacidos mediante el calostro.
- Animales comprados: cuarentena y vacunación obligatoria si se desconoce su estado.
Una alimentación adecuada es esencial. Cualquier cambio en la dieta debe ser gradual (a lo largo de 7 a 10 días). ¡Evite la sobrealimentación con concentrados! Vigile el consumo de grano y alimento. ¡Alimento de alta calidad! Sin moho, podredumbre ni moho. Siempre disponga de heno de alta calidad y agua limpia.
Es fundamental mantener la higiene general y evitar que las cabras pasten en pastizales pantanosos. El Clostridium no es una enfermedad que se pueda controlar a simple vista. Es un asesino calculador y veloz. Invierta en una vacuna. Es mucho más económica que una sola cabra, sin mencionar el sufrimiento del animal y sus preocupaciones.
