Científicos estudian compuestos amargos del chicorio para crear insecticidas naturales


Investigadores de Bélgica y Países Bajos analizan si los metabolitos del endivio pueden sustituir a los plaguicidas tradicionales


Redacción Mundo Agropecuario

El chicorio y el endivio belga, conocidos por su característico sabor amargo, podrían convertirse en una herramienta agrícola inesperada: un insecticida natural capaz de reducir la dependencia de productos químicos sintéticos. Equipos científicos del Instituto de Investigación Agrícola y Pesquera de Flandes (ILVO), la Universidad de Gante y el centro de investigación de la Universidad de Wageningen están evaluando si ciertos compuestos amargos presentes en estas plantas pueden actuar como defensa natural contra plagas comunes en sistemas de producción hortícola y agrícola.

La investigación, divulgada originalmente por la prensa agropecuaria especializada, se centra en identificar moléculas bioactivas presentes en el endivio y en el chicorio industrial, dos cultivos ampliamente utilizados en Europa, tanto por su valor gastronómico como por su importancia en la cadena agroalimentaria.

¿Por qué los compuestos amargos podrían funcionar como insecticidas?

El sabor amargo de estas plantas no es casual. Está asociado a metabolitos secundarios como lactonas sesquiterpénicas y otros compuestos defensivos que, en la naturaleza, protegen a las plantas frente a herbívoros e insectos. Estas sustancias pueden:

  • Alterar el comportamiento alimentario de las plagas.
  • Reducir la reproducción de ciertos insectos.
  • Actuar como repelentes naturales.
  • Interferir en rutas metabólicas clave para el desarrollo larval.

En un contexto de transición hacia sistemas agrícolas más sostenibles, estos compuestos generan gran interés como posibles alternativas biológicas a los insecticidas convencionales. Sin embargo, aún falta determinar su eficacia real, su estabilidad y su potencial de producción a escala.

Investigación en marcha: de la química vegetal al control biológico

Los equipos de ILVO, Gante y Wageningen están realizando análisis detallados del perfil químico del chicorio y del endivio. Su objetivo es identificar qué moléculas específicas generan los efectos defensivos y cómo podrían aislarse o concentrarse para su uso agrícola.

El proceso incluye:

  • Caracterización química avanzada de metabolitos amargos.
  • Pruebas de alimentación con insectos plaga.
  • Modelos de interacción planta–insecto.
  • Evaluación de la persistencia de los compuestos en condiciones agrícolas reales.

Estos estudios permitirán determinar si los compuestos naturales pueden ofrecer una respuesta eficaz contra plagas habituales sin afectar la salud humana, la fauna benéfica o el medioambiente.

Aplicaciones potenciales en agricultura sostenible

Si se demuestra que los compuestos amargos del chicorio actúan como insecticidas naturales eficientes, podrían incorporarse en diferentes estrategias de manejo agrícola:

  • Extractos vegetales como bioinsecticidas de aplicación directa.
  • Plantas genéticamente seleccionadas para concentrar mayor cantidad de metabolitos defensivos.
  • Sistemas de rotación y cultivo asociado donde el chicorio actúe como barrera repelente.
  • Nuevos productos formulados con extractos estabilizados.

Estas aplicaciones se alinearían con la demanda europea y global de reducir el uso de pesticidas sintéticos, disminuir residuos químicos y proteger ecosistemas vulnerables.

Beneficios ecológicos y económicos

Los posibles beneficios de emplear compuestos amargos naturales incluyen:

  • Menor impacto ambiental.
  • Reducción del riesgo de resistencia en plagas.
  • Costos potencialmente menores para productores que puedan obtener extractos localmente.
  • Aumento del valor añadido para cultivos de chicorio y endivio, tradicionalmente limitados a usos culinarios.

Asimismo, estos avances pueden impulsar nuevas cadenas de valor, integrando industria alimentaria, agricultura sostenible y biotecnología vegetal.

Desafíos por resolver antes de su uso comercial

A pesar del potencial, los investigadores subrayan que aún quedan retos importantes. Entre ellos:

  • Determinar dosis efectivas y no tóxicas.
  • Evaluar la eficacia en campo, no solo en laboratorio.
  • Mejorar la estabilidad de los compuestos frente a luz, calor y lluvia.
  • Analizar el posible impacto en especies benéficas, como polinizadores.
  • Definir marcos regulatorios para su aprobación comercial.

El desarrollo de bioinsecticidas basados en metabolitos naturales requiere validar científicamente su seguridad y su capacidad de integrarse en programas de manejo integrado de plagas.

Un camino prometedor en la transición agroecológica

La búsqueda de alternativas naturales a los insecticidas químicos es una prioridad en Europa y en muchas regiones productoras del mundo. La investigación sobre chicorio y endivio se integra en esta tendencia global, aportando nuevas posibilidades para los agricultores que buscan prácticas más ecológicas, eficientes y sostenibles.

Si estos compuestos amargos logran demostrar eficacia y estabilidad, podrían transformarse en herramientas clave para la protección vegetal sostenible, un aspecto fundamental para la producción agrícola del futuro.


Referencias

  • AgroXXI. Учёные хотят использовать горькие вещества цикория в качестве натурального инсектицида.
  • Referencias internas mencionadas por ILVO, Universidad de Gante y Universidad de Wageningen en el artículo original.


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