Entre las mayores plagas que afectan el cultivo del café se encuentran la roya y la broca. Para contrarrestar esta problemática, a bajo costo y de manera sostenible, dos estudiantes de Ingeniería Biológica de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede de La Paz desarrollaron un prototipo de fertilizante biológico o bioinsumo.
Se trata de Azatol, una emulsión estable elaborada a partir de extractos del árbol de neem (Azadirachta indica)y de aceite esencial de eucalipto, que se basa en las propiedades fungicidas e insecticidas de los compuestos orgánicos que los constituyen. Estos ingredientes naturales se encapsulan con una goma natural derivada de la fermentación del almidón de maíz.
Sus creadores, Luis Ballesteros Umaña y Anahy Rodríguez Ovalle, estudiantes de la UNAL Sede de La Paz, explican que “los biounsumos dejan de lado la química sintética –que contamina el medioambiente– y aplican la química de productos naturales mediante técnicas de microencapsulación y nuevas tecnologías que no contaminan el ambiente”.
Ellos tuvieron en cuenta que el cultivo de café en Colombia es una fuente de altos ingresos para el país, pero presenta enfermedades que pueden afectar su productividad y ocasionar pérdidas económicas, tanto para el campesino como para las regiones en donde se produce.
Según libro Sembrar iniciativas productivas para cosechar un futuro compartido: narrativas de comunidades resilientes del Cesar, de las docentes Claudia Mosquera Rosero-Labbé y Katherin Yineth Garzón Gómez, de la UNAL Sede de La Paz, el cultivo de café representa ingresos importantes para los productores campesinos y las comunidades indígenas de 19 de los 25 municipios del departamento, lo que hace de este un producto omnipresente en la región.
“Se plantea una alternativa de insumo de bajo costo, amigable con el medioambiente, que disminuya el uso de productos químicos sintéticos que generan daños a largo plazo en los cultivos y al suelo”, recalca el estudiante Ballesteros.
Para los jóvenes investigadores, este proyecto es importante porque para producir insumos agrícolas el país depende de materia prima importada, y existen muy pocas alternativas de origen natural.
“Si el producto sale al mercado, su precio sería mucho más bajo en comparación con la competencia de origen sintético, que en algunos casos puede costar hata 320.000 pesos por litro. También sería una alternativa de control de plagas para cafés orgánicos y especiales, que podrían lograr sellos verdes para su comercialización”, destacan.
El estudiante Rodríguez agrega que “la iniciativa tiene como objetivo crear un prototipo de bioinsumo tipo emulsión, a base de productos naturales que ayude a inhibir el crecimiento del hongo de la roya del cafeto, buscando generar alternativas sostenibles con el ambiente a través del estudio de plantas que se den en la región, con el fin de darles un valor comercial y un uso beneficioso”.
Para seleccionar las plantas el único requisito fue que estas estuvieran presentes en municipios aledaños a la UNAL Sede de La Paz, con el fin de explotar los recursos vegetales del departamento del Cesar.
El proyecto es dirigido por el profesorDiego Camilo Durán García, de la UNAL Sede de La Paz,quien forma parte del Semillero de Investigaciónen Bioprospección de Especies Vegetales y Bioinsumos, y de los Grupos de Investigación Biodiversidad para la Sociedad y Zajuna jwa samu “Semilla del conocimiento”, del Cesar.
El profesor Durán menciona que “esta iniciativa de bioinsumo agrícola surgió en un proyecto de aula en la agrupación de asignaturas de Química (orgánica y analítica) como respuesta a las necesidades propias de la región y que los estudiantes del programa de Ingeniería Biológica han identificado. Posteriormente los estudiantes maduraron la idea a través del Semillero de Investigación y se espera que continúen con un proyecto de emprendimiento de base tecnológica.
El proyecto empieza a dar sus primeros resultados en la Primera Feria de Innovación, Transferencia de Conocimiento y Emprendimiento (ITEM) 2022 de la UNAL Sede de La Paz, donde ocupó el primer puesto.
El profesor Durán anota que “esperamos realizar pruebas en campo del producto, para así validar su eficacia y dosis recomendadas. También se espera que los estudiantes continúen con el desarrollo del emprendimiento de base tecnológica con la ayuda del Equipo de Transferencia de Conocimiento (ETC) de la Dirección de Investigación y Extensión de la UNAL, y en el corto plazo generar una empresa de base tecnológica tipo spin-off (empresas de base tecnológica)”.