El pan de lupino se comercializará en los Países Bajos


En los Países Bajos, el altramuz ha sido reconocido como un “superfrijol” y esto está fomentando la expansión de las áreas dedicadas a este cultivo, incluida la producción orgánica. Además, en las tiendas de alimentos naturales se presentarán productos elaborados con la nueva cosecha local de altramuz.


El lupino es una leguminosa con beneficios para la salud humana y la fertilidad del suelo. Así, los investigadores han demostrado que el altramuz puede reducir el nivel de “colesterol malo”, es rico en proteínas saludables y contiene todos los aminoácidos esenciales que necesitamos, y aproximadamente en las proporciones adecuadas. Además, los frijoles altramuces contienen mucha fibra, lo cual es bueno para los intestinos. Otros nutrientes valiosos del altramuz incluyen hierro, calcio, potasio, zinc y varias vitaminas B. Estos nutrientes hacen que el superfrijol sea una buena opción para los vegetarianos.

El altramuz también es un cultivo muy beneficioso para el suelo porque, al ser una leguminosa, coopera con las bacterias que pueden fijar el nitrógeno del aire. El nitrógeno se almacena en las raíces. Como resultado, los altramuces no requieren fertilizantes y fortalecen la fertilidad del suelo, dejando el suelo donde crecen de mejor calidad que antes. 

El rápido crecimiento del lupino inhibe la agresión de las malezas, lo que significa que se requiere menos herbicida. El lupino también luce muy bonito durante la floración. Esto lo hace atractivo para las personas, pero más importante aún, atractivo para los insectos polinizadores. Además, los altramuces se pueden cultivar y procesar fácilmente en los Países Bajos.

Por ejemplo, Lekker Lupine firmó un acuerdo de colaboración de tres años con la panadería orgánica familiar Van der Westen en la feria Plant FWD en Ámsterdam. A través de esta colaboración, Van der Westen Bakery procesará harina de lupino orgánico de suelo holandés en pan, con el potencial de expandirse a otros productos.

La harina de lupino es un ingrediente ecológico y nutritivo que satisface perfectamente la creciente demanda de ingredientes de origen vegetal en la industria alimentaria.

El uso de harina de altramuz en productos de panadería no es nada nuevo, debido a sus excelentes propiedades funcionales como alto contenido en proteínas, buena aglutinación y mejora natural de la textura y el sabor. Sin embargo, la mayoría de los altramuces se importan a los Países Bajos desde Australia. De este modo, la cooperación entre los productores locales de altramuces y los panaderos locales contribuirá al desarrollo de una cadena alimentaria regional más sostenible. El pan rico en proteínas y otros productos horneados elaborados con la nueva cosecha estarán disponibles en tiendas de alimentos naturales como Ekoplaza.

Fuente y foto: Lekker Lupine.