Nadie quiere papel de aluminio, pero muchos quieren espárragos o fresas tempranos, impecables y económicos. Los productores están ante un dilema.
Campos de espárragos hasta donde alcanza la vista. Los terraplenes se extienden rectos a través del paisaje, a veces cubiertos con una lámina negra y transparente, a veces con una lámina blanca.
Ya a mediados de marzo los primeros recolectores se ponen manos a la obra para extraer el “oro blanco” de la tierra. En esta época del año, la naturaleza aún está lejos de la plena primavera y la visión de las monótonas filas de papel de aluminio desencadena sentimientos opuestos a los de la primavera en muchas personas.
Pero los primeros espárragos alemanes se agotan en el supermercado, lo mismo que las primeras fresas nacionales unas semanas más tarde.
¿Por qué se utilizan películas en el cultivo de espárragos y fresas?
Las películas agrícolas se han utilizado desde la década de 1950 para adelantar significativamente la cosecha. Esto es atractivo para las empresas porque los primeros en salir al mercado suelen conseguir los mejores precios. Además, la cosecha temprana significa que pueden competir con productores de países más cálidos. Los consumidores también se benefician, porque los exclusivos espárragos y las tan deseadas fresas están disponibles antes y durante más tiempo.

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Porque con el papel de aluminio ya no sólo se puede adelantar el momento de la cosecha, sino también retrasarlo. Para este fin se utilizan películas de control con un lado blanco y otro negro, así como películas transparentes anti-rocío y térmicas. Ofrecen diversas ventajas:
- Cubrir con una película opaca suprime el crecimiento de malezas. Esto reduce el esfuerzo necesario para controlar las malezas, incluido el uso de herbicidas.
- Las películas mantienen la humedad en el suelo. Esto reduce la cantidad de riego necesaria y también promueve la vida del suelo debajo de la película.
- Protegen los cultivos de diversas plagas y contrarrestan la propagación de diversos patógenos. Esto reduce el uso de pesticidas y ayuda a minimizar las pérdidas de cultivos.
- Las películas transparentes actúan como un invernadero en miniatura y aceleran el crecimiento a través del calor. El lado negro de la lámina blanca y negra también aumenta el calentamiento del suelo. El lado blanco de la película, por el contrario, refleja parte de la luz solar y ralentiza el crecimiento. De este modo, las películas permiten una cosecha precisa, por ejemplo, durante el fin de semana, cuando en Alemania se compran muchos más espárragos que durante la semana. Una contribución contra el desperdicio de alimentos, ya que de lo contrario los productos no vendidos terminarían en el compost.
- Otro efecto del lado de papel de aluminio negro: evita que las cabezas de los espárragos se vuelvan verdes o moradas. Éstas aparecen después de unas pocas horas, cuando la luz llega a las cabezas de los espárragos que sobresalen del suelo, y no son populares entre la mayoría de los consumidores.
- Las películas utilizadas no son productos desechables, sino que suelen durar ocho años; después de este tiempo, las plantas de espárragos se sustituyen por otras nuevas y a menudo se cambian las zonas de cultivo. Las películas desechadas se pueden reciclar a través de puntos de recogida regionales.
- En general, el uso de película reduce significativamente los costos de producción. Éste es el argumento decisivo para muchas empresas manufactureras, dado que los consumidores quieren los precios más bajos posibles para los productos.

¿Es posible cultivar fresas y espárragos sin film?
En general, el uso de las películas ofrece ventajas económicas tanto para el productor como para el consumidor. Pero desde el punto de vista ecológico, las películas también obtienen mejores resultados de los que se esperaría inicialmente.
Sin embargo, no se puede negar que esto genera enormes cantidades de residuos plásticos, incluso si las películas se utilizan durante varios años. ¿Pero cuáles serían las alternativas?
La solución óptima desde el punto de vista ecológico sería comprar espárragos y fresas sólo cuando estén en temporada y procedan de cultivos regionales. La temporada principal de espárragos en Alemania es mayo y junio. La temporada principal de fresas va de mayo a julio.
Otro requisito importante sería la voluntad de pagar un precio razonable y significativamente superior al nivel actual. Esto se debe a que los costes de producción de productos sin película son significativamente más elevados.
Pero siendo realistas hasta ahora los consumidores han exigido mayoritariamente productos lo más baratos y disponibles posible. Y esta es también una razón importante por la que las películas se han convertido en estándar en el cultivo de espárragos y fresas.
Recurrir a productos importados para disfrutar antes de los espárragos y las fresas no es una solución. Por un lado, las películas también se utilizan con frecuencia en otros países productores y, por otro, las largas rutas de transporte tienen un impacto negativo en el clima y el medio ambiente; esto se aplica especialmente al transporte aéreo.
Un punto intermedio podría ser hacer que el uso del cine sea más respetuoso con el medio ambiente. Los primeros pasos en esta dirección ya se están dando con conceptos de recogida y reciclaje de películas usadas, así como de películas fabricadas a partir de materias primas renovables. Muchas empresas con gestión ecológica también apuestan por materiales degradables o prescinden por completo de los recubrimientos de película.
Y otro consejo: si compras directamente en la tienda de la granja, podrás informarte de primera mano sobre las condiciones de cultivo o preguntar directamente sobre productos sin película. Con una demanda creciente y unos precios razonables, no hay nada que objetar al cultivo de espárragos y fresas sin film, incluso desde el punto de vista de los agricultores.
