GEORGETOWN – Los gobiernos de América Latina y el Caribe acordaron sostener la lucha contra el hambre y mejorar la gestión agrícola con base en cuatro guías de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), al cierre de la 38 conferencia regional de la entidad en esta capital guyanesa.
“Me complace observar que las cuatro prioridades establecidas para el próximo bienio están en consonancia con la asistencia técnica y en materia de políticas que estamos dispuestos a proporcionar”, dijo en la ceremonia de cierre el director general de la FAO, Qu Dongyu.
Las “cuatro mejoras” que impulsa la FAO son producción más eficiente, inclusiva y sostenible; acabar con el hambre y alcanzar la seguridad alimentaria y la nutrición; gestión sostenible de los recursos naturales y adaptación al cambio climático, y reducción de las desigualdades y la pobreza y la promoción de la resiliencia.
Los representantes de los 33 países de la región acogieron esos lineamientos por unanimidad, y la FAO reiteró el compromiso de apoyar a los Estados miembros en el fomento de la cooperación, inversión, innovación y tecnología.
La conferencia de cuatro días también debatió sobre posibilidades concretas de cooperación en áreas como la pesca y la acuicultura, y los programas que vinculan los nexos entre el agua, los bosques, el suelo y la biodiversidad en el contexto de la acción frente al cambio climático.
Destacó la necesidad de aprovechar el comercio, tanto internacional como intrarregional, como motor para reducir el hambre y la malnutrición en la región.
Mario Lubetkin, representante regional y subdirector general de la FAO, recordó que en esta región capaz de producir alimentos para 1300 millones de personas –el doble de su población- hay 43 millones de personas que padecen hambre y otros 130 millones están en limitada o extrema carencia alimenticia.
Otro tema examinado fue la iniciativa Mano de la Mano de la FAO, que busca incrementar la cantidad, calidad, diversidad y accesibilidad de los alimentos nutritivos en los mercados de países donde las capacidades nacionales y el apoyo internacional son limitados o enfrentan crisis humanitarias.
En la región ese programa destaca en el Corredor Seco centroamericano -la franja que recorre el istmo con menguadas existencias de agua para la agricultura- y donde se procura que las inversiones se dirijan a hacer más eficiente, inclusiva y resiliente la agricultura en esos espacios.
La iniciativa está presente en un total de 15 países de la región: Belice, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guyana, Haití, Honduras, México, Nicaragua, Perú y República Dominicana.
Durante el encuentro, se informó que se sumarán dos nuevas iniciativas regionales para 2024 en Amazonía y Caribe, que abarcarán ocho y 15 países, respectivamente.
“Estamos preparando una versión dos de la iniciativa Mano de la Mano que va más allá: permitir converger cambio climático y financiamiento. Que las negociaciones climáticas y de inversión converjan, porque va a atraer mucha inversión climática al sistema agroindustrial”, dijo Máximo Torero, economista jefe de la FAO.
Otro tema, en el que se centraron las delegaciones de Dominica, Jamaica, Panamá, Paraguay, Perú, y Trinidad y Tobago, fue el de pesca y acuicultura sostenible para la seguridad alimentaria, con base en mejorar la gestión de las pesquerías y las cadenas de valor en ese sector, amenazado por la degradación ambiental.
La 39 conferencia regional de los Estados miembros de la FAO se realizará en 2026 en Brasil.