Los creadores de innovadores equipos de doble uso prevén sacar su desarrollo al mercado en dos años
La tecnología moderna de filtro de aire, que garantiza que el amoníaco no ingrese al medio ambiente a través del aire, está bien desarrollada. Los purificadores de aire químicos usan ácido sulfúrico para “limpiar” el aire en los establos de ganado, lo que reduce las emisiones de amoníaco hasta en un 90 por ciento. Sin embargo, durante este proceso se pierden nutrientes valiosos para la agricultura y el funcionamiento de la planta no es barato.
Investigadores belgas de las universidades de Lovaina y Amberes han desarrollado un purificador de aire económico que une el amoníaco en forma de nitrato de amonio utilizando reactores de plasma para su uso posterior como fertilizante.
La unidad se está probando en el centro de investigación biotécnica TRANSfarm en Bierbeck, donde se mantienen 30 animales en una pocilga. Los investigadores reciben una subvención de 1 millón de euros del gobierno flamenco. Se espera que en dos años el sistema esté listo para su uso práctico.
Los reactores de plasma generan voltajes de varios miles de voltios en gas ionizado. Como resultado, se forman NO y NO2, y luego se forma ácido nítrico en reacción con el agua. Cuando el amoníaco en el aire estable se trata con ácido nítrico, el amoníaco en el agua que sale del purificador de aire se une en forma de nitrato de amonio, el mismo compuesto químico que el nitrógeno en los fertilizantes.
En pocas palabras, la nueva planta tiene reactores de plasma mini-rayos y una torre de lavado. Cuando se forman óxidos de nitrógeno en los reactores de plasma, reaccionan con el agua para formar ácido nítrico. Cuando el amoníaco se trata con ácido nítrico en aire estable, las aguas residuales del depurador de aire se convierten en nitrato de amonio.
La concentración de nitrógeno en las aguas residuales es 20 veces mayor que el proceso tradicional, utilizando diez veces menos agua. Por lo tanto, en combinación con energía eólica o solar renovable, la producción de fertilizantes también puede llevarse a cabo de forma descentralizada en la empresa agrícola.
«La planta puede funcionar durante todo el día y producir ácido nítrico, que se utiliza como batería», explicó el profesor Johan Martens (KU Leuven), coordinador del proyecto.
Después de una prueba en 30 cerdos, se planea expandir la tecnología a los 300 cerdos de la granja de investigación TRANSfarm KU Leuven, donde las innovaciones de bioeconomía circular se están ampliando y listas para la práctica.
Los investigadores creen que el sistema podría comercializarse dentro de dos años. “Creo firmemente en la agricultura libre de CO2 y amoníaco a largo plazo. Por eso es importante combinar empresas con diferentes tipos de actividades en clústeres. Donde uno produce un flujo residual que es valioso para el otro, podemos lograr excelentes resultados. Así es como cerramos el círculo”, dice Johan Martens (KU Leuven).
(Fuente: vilt.be).