Nuevo fertilizante de bacterias del ácido láctico reduce la aplicación de nitrógeno en un 30 por ciento


Científicos italianos han fabricado un nuevo biofertilizante a partir de residuos de alimentos y lo han probado en tomates y lechuga. Hablamos de sustrato de cultivo residual en la producción de bacterias ácido lácticas para la industria alimentaria.


Investigadores de la Universita Cattolica del Sacro Cuore han desarrollado un nuevo fertilizante a partir de residuos de producción de bacterias del ácido láctico, que actualmente se desechan inútilmente en el proceso de depuración.

Las bacterias ácido lácticas son un grupo de microorganismos capaces de fermentar diversos sustratos y producir una variedad de productos de interés para los sectores agroalimentario e industrial.

Las bacterias del ácido láctico están involucradas en la producción de queso, productos lácteos y embutidos.

“Las bacterias del ácido láctico se producen para alimentos y nutracéuticos, bebidas y probióticos. Normalmente, el sustrato de cultivo de desecho utilizado en la producción de bacterias del ácido láctico se elimina mediante una planta de tratamiento de aguas residuales. Esto equivale a varios miles de toneladas de desechos producidos anualmente solo en Italia”, dice Pier Sandro Cocconcelli, profesor de Microbiología Alimentaria en la Facultad de Ciencias Agrícolas, Alimentarias y Ambientales de la Universidad Católica.

“El sector de producción de cultivos europeo se enfrenta actualmente a una serie de desafíos debido al entorno económico y geopolítico internacional, así como a la necesidad de reducir el uso de insumos agroquímicos. La Comisión Europea se ha comprometido bajo la estrategia Farm to Table a reducir el uso de fertilizantes químicos en un 20% y pesticidas químicos en un 50% para 2030. Además, la situación geopolítica y especialmente el conflicto ruso-ucraniano han incrementado drásticamente los precios de las materias primas utilizadas en la agricultura, empezando por los fertilizantes químicos. En este escenario, los enfoques de economía circular apuntan tanto a aumentar el reciclaje beneficioso de los desechos como a reducir la dependencia de recursos externos”, dice el Prof. Cocconcelli.

Según los resultados de las pruebas, el biofertilizante de los desechos de bacterias del ácido láctico en lechuga y tomates mantuvo un rendimiento estable con una disminución del nitrógeno químico en un 30 %. Al comparar la producción de biofertilizantes con la producción de agroquímicos, los científicos informan una reducción del 40 % en las emisiones de gases de efecto invernadero.

“La ventaja de este fertilizante es que simultáneamente suministrará a la planta nutrientes directos e indirectos, ya que alimenta las bacterias del suelo que tienen un efecto positivo en la planta y la tasa de humificación del suelo. Por lo tanto, es un fertilizante ecológico en el sentido más amplio, capaz de estimular todo el sistema, y ​​​​no solo un organismo a expensas de otros”, dice el Prof. Cocconcelli.

Sacco srl se ha sumado al proyecto de investigación y actualmente procesa más de 700 toneladas de residuos de su proceso productivo al año utilizando esta tecnología.

(Fuente: Universita Cattolica del Sacro Cuore. Foto: Dmitry Lukyanov).