¿Sabía usted? El fósforo en la solución del suelo


Pedro Raúl Solórzano Peraza


Las plantas, por medio de sus raíces, son capaces de absorber P y todos los demás nutrientes desde la solución del suelo. En el caso del fósforo, en la solución del suelo se encuentran los iones H2PO4 y HPO4= que son las formas que las plantas están en capacidad de absorber y aprovechar. La proporción relativa de cada uno de estos iones depende del pH de la solución del suelo, en condiciones de acidez predomina el ión H2PO4y en soluciones de tendencia alcalina predomina el ión HPO4=, asumiendo en dicha solución la ausencia de iones como Al, Fe, Ca, Mg, ya que con ellos presentes se precipitarían los fosfatos. En general, considerando la solución del suelo con todas sus interacciones iónicas, el máximo aprovechamiento de estos iones fosfato para las plantas ocurre a pH entre 5,5 y 7,0.

En el suelo, con los iones fosfato al igual que con todos los iones, existe un equilibrio entre los fosfatos asociados a la fase sólida y los fosfatos en solución. Su absorción por las plantas ocurre desde la solución del suelo una vez que esos iones han alcanzado la zona alrededor de las raíces. Este equilibrio se representa esquemáticamente de la siguiente forma:

El P en la fase sólida que es capaz de pasar por desorción a la solución del suelo es el <P lábil>, el cual representa un estimado de la cantidad (Q), y el fósforo en solución que es en general muy bajo representa la intensidad (I). Al igual que todos los nutrientes, el P en solución debe moverse hasta la zona radical de las plantas (rizósfera) para poder ser absorbido, y en el caso de este nutriente el mecanismo que prevalece en su movimiento en la solución es el fenómeno de difusión. Los aportes que hace el flujo de masas en el movimiento del P en el suelo son muy limitados ya que la concentración de P en solución tiende a ser muy baja, por ello, debe establecerse un gradiente de concentración entre la solución del suelo y el sistema radical de las plantas, para que ocurra movimiento de P a una tasa capaz de suministrar las cantidades de nutriente adecuadas para satisfacer las demandas de las plantas.

Existe una relación general directa entre Q e I, al aumentar Q tiende a aumentar I pero esta relación directa no es igual para todos los suelos y depende de su capacidad amortiguadora. Por ejemplo, a medida que aumenta el contenido de arcilla de un suelo tiende a aumentar su capacidad amortiguadora, de tal manera que un mismo incremento de Q origina menores valores de I en un suelo arcilloso que en uno arenoso. Además, la textura del suelo o su contenido de arcilla influye sobre la tasa de difusión, muy importante para que el P llegue a las raíces de las plantas.


Pedro Raúl Solórzano Peraza es colaborador destacado de Mundo Agropecuario

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