Científicos internacionales trabajan para descubrir el papel de los microbios en la inmunidad de las plantas


El científico y profesor asistente de la Universidad Estatal de Oklahoma en Estados Unidos, Feng Feng, está estudiando cómo los microorganismos beneficiosos ayudan a las plantas a adquirir nutrientes. 


Los microbios infectan las raíces de las plantas para establecer una relación mutuamente beneficiosa con la planta llamada simbiosis, una relación que proporciona a las plantas nutrientes esenciales, como nitrógeno y fósforo.

Al igual que las personas, las plantas están naturalmente expuestas a una amplia variedad de microorganismos. Algunos de ellos son buenos, pero otros son malos y activan el sistema inmunológico de la planta que desencadena respuestas de defensa para limitar la infección. Para establecer esta relación simbiótica con las plantas, los microbios suprimen el sistema inmunológico de la planta. Feng ha explicado que los microbios pueden producir moléculas de señal llamadas lipo-quitooligosacáridos (LCO) que son reconocidas por un receptor vegetal llamado NFP. Este reconocimiento desencadena la simbiosis, lo que dificulta la inmunidad de la planta a la infección.

Ver: Los niveles elevados de CO2 causan deficiencia de minerales en las plantas, lo que resulta en cultivos menos nutritivos

Lo que buscan saber con esta investigación es cómo los microbios usan los LCO para obstaculizar la inmunidad a las infecciones de las plantas. Feng y sus colegas de la Universidad de Cambridge en el Reino Unido trabajarán en la leguminosa Medicago truncatula junto con la cebada para comprender el proceso molecular que hace que los microbios de la raíz supriman el sistema inmunológico de las plantas. Según ha explicado Feng, el proyecto identificará un conjunto de genes de plantas que se requieren para que los LCO supriman los sistemas inmunológicos de las plantas.

Ver: Las plantas marinas y las algas también necesitan ayuda para reproducirse: ¿quién hace de ‘abeja’ bajo el agua?

Una vez que se hayan identificado los genes, esperan colocarlos en la cebada para determinar si mejoran la capacidad de la planta para absorber los nutrientes del suelo y combatir el Fusarium graminearum, una enfermedad fúngica que causa el tizón de la espiga en los cereales de grano pequeño.

FUENTE: Oklahoma State University.