Describen por primera vez la microbiota de la saliva porcina en la fase posdestete


Una investigación muestra que las bacterias existentes en el fluido oral son distintas a las halladas en los excrementos y en el ambiente. La identificación de estos microorganismos podrá ayudar en el futuro a diagnosticar enfermedades infecciosas


AGENCIA FAPESP/DICYT – Las bacterias de los filos Firmicutes y Proteobacteria, entre ellas las del género Streptococcus, son los microorganismos más comunes en la saliva de los animales porcinos y componen una microbiota distinta a la observada en los excrementos y en el ambiente en donde éstos viven. Fue lo que descubrieron científicos de la Universidad de São Paulo (USP), en Brasil, y de la Pennsylvania State University, en Estados Unidos, al realizar esta caracterización hasta ese momento inédita en la literatura científica. Los resultados de este estudiopublicados en la revista Scientific Reports, pueden hacer su aporte a la identificación de marcadores de la salud gastrointestinal en dichos animales, que generan casi 5 millones de toneladas anuales de carne en Brasil.

La cavidad oral constituye la puerta de entrada de diversas bacterias que afectan a la salud de gran parte de los animales, pero ella misma puede también aportar la solución del problema: en los humanos, por ejemplo, se sabe que la microbiota local (el conjunto de microorganismos presentes en un determinado ambiente y que viven en una relación simbiótica con el hospedante) posee un efecto protector contra los microorganismos externos.

En el caso de los animales porcinos, aún no había datos disponibles en la literatura que demostrasen la composición bacteriana del fluido oral (una combinación de la saliva con otros líquidos presentes en la cavidad oral). La obtención de esta información constituyó el objetivo de la referida investigación, apoyada por la FAPESP. Para ello, los científicos analizaron el fluido oral de 50 lechones desmamados de cinco granjas comerciales de pequeño y gran porte del estado de São Paulo.

La elección de los animales en esta etapa de la vida no fue aleatoria: se trata de un período estresante, en el cual se concreta el paso de la dieta líquida (leche) a la alimentación sólida y la separación entre los lechones y sus procreadoras. De esto derivan diversos cambios en la microbiota, y pueden entonces surgir distintas enfermedades.

Luego de secuenciar las muestras y analizarlas en el software estadístico R Studio, los investigadores descubrieron que la mayoría de las bacterias presentes en las muestras de fluido oral pertenecen a los filos Firmicutes (un 80,4 %) y Proteobacteria (un 7,7 %), con relieve para los géneros Streptococcus (de la familia Pasteurellaceae) y Veillonella. Pero se registró una gran variación entre las distintas granjas.

Este trabajo incluyó también análisis de las respectivas microbiotas fecales y ambientales (del piso del corral). “Esta etapa es relevante porque el ambiente en el cual los animales porcinos se insertan es el principal sembrador de las bacterias de su cavidad oral, y los excrementos muestran eventuales diferencias en la composición bacteriana que entra y sale del organismo”, explica Vera Letticie de Azevedo Ruiz, docente de la carrera de medicina veterinaria de la Facultad de Zootecnia e Ingeniería de Alimentos de la Universidad de São Paulo (FZEA-USP) y coordinadora del trabajo.

Los filos más abundantes en esas muestras fueron Firmicutes, Proteobacteria y Bacteroidota, especialmente el género Prevotella_9. A diferencia de lo que sucedió en el fluido oral, la composición se mostró similar independientemente del porte y de los procedimientos de higienización de las granjas.

“Asimismo, la diversidad alfa [la cantidad de especies existentes en una comunidad] fue significativamente distinta entre ambos tipos de muestras. Las del fluido oral exhibieron una diversidad alfa menor que las muestras del piso y las de los excrementos”, añade el veterinario e investigador Vinicius Buiatte, primer autor del estudio. “En el caso de la diversidad beta [las diferencias en la composición de especies y sus abundancias entre áreas en una comunidad], las comunidades de las muestras fecales son más cercanas a las ambientales y están más alejadas de las orales.”

Los beneficios para la salud y la producción

De acuerdo con los investigadores, la comprensión de la microbiota presente en el fluido oral de los animales porcinos puede aportar información para la realización de estudios de microbiomas y de enfermedades que se erigen como desafíos para la industria.

“A partir del momento en que se conocen cuáles son los microorganismos más comunes en la zona, podemos investigar marcadores de salud bucal o bacterias relacionadas con enfermedades tales como las infecciones de los tractos gastrointestinal y respiratorio, e incluso del sistema nervioso central, por ejemplo”, afirma Buiatte. Los resultados de este trabajo también pueden generar oportunidades para el desarrollo de soluciones destinadas a mejorar la salud y, por ende, también la producción de carne. “Este es el caso de los prebióticos que facilitan la multiplicación y la instalación de las bacterias más útiles para los animales, por ejemplo.”

El próximo paso de los investigadores consistirá en entender cómo transcurre el cambio de perfil bacteriano dentro del intestino de los animales (ya que las bacterias que se observaron en la boca difieren de las existentes en los excrementos). Para ello se está analizando el material de cinco segmentos distintos de ese órgano en 40 lechones.