Antiguo, nutritivo y versátil, el mijo se consolida como una alternativa saludable frente a los copos de avena, gracias a su alto contenido en fibra, minerales y vitaminas esenciales.
Redacción Mundo Agropecuario
El mijo, un cereal con miles de años de historia en la alimentación humana, está viviendo un renacimiento en Europa y otras partes del mundo. Según destacó el portal alemán Conwa Consulting, los copos de mijo —aún poco conocidos frente a la tradicional avena— ofrecen un perfil nutricional excepcional y múltiples beneficios para la salud digestiva y metabólica.
Aunque durante décadas fue relegado a un papel secundario en la dieta occidental, este grano sin gluten está recuperando protagonismo por su capacidad de aportar energía sostenida, alto contenido de fibra y una notable concentración de minerales como hierro, magnesio, fósforo y silicio.
Un cereal antiguo para la salud moderna
El mijo se cultiva desde hace más de 5.000 años en África y Asia, donde fue base alimentaria de civilizaciones enteras. Hoy, la ciencia nutricional vuelve a ponerlo en valor por su equilibrio entre proteínas, carbohidratos complejos y micronutrientes esenciales.
A diferencia de otros cereales más procesados, los copos de mijo conservan su integridad natural y ofrecen una digestión lenta, ideal para mantener estables los niveles de glucosa en sangre. Además, su alto contenido en fibra favorece el tránsito intestinal y contribuye a la salud del microbioma.
Como explicó Conwa Consulting, el mijo “contiene muchos más compuestos bioactivos que la avena”, lo que lo convierte en una opción ideal para quienes buscan variar su desayuno o reemplazar los cereales tradicionales por alternativas más completas.
Beneficios nutricionales destacados
Entre los principales beneficios del mijo destacan:
- Fibra en abundancia: contribuye a la sensación de saciedad y al equilibrio intestinal.
- Rico en antioxidantes: contiene polifenoles que ayudan a reducir el estrés oxidativo.
- Alto valor mineral: destaca por su contenido en hierro, magnesio y silicio, esenciales para la salud ósea y muscular.
- Sin gluten: apto para personas con intolerancia o sensibilidad al gluten.
- Versatilidad culinaria: puede utilizarse en papillas, ensaladas, sopas, panes y repostería.
Además, su cultivo requiere poca agua y soporta altas temperaturas, lo que convierte al mijo en un aliado estratégico frente al cambio climático y en una opción sostenible para el futuro de la agricultura.
Cómo incorporarlo en la dieta
Los copos de mijo pueden prepararse de forma similar a los de avena: hervidos en leche o bebidas vegetales, mezclados con frutas, yogur o frutos secos. También pueden utilizarse en recetas saladas como hamburguesas vegetales o guarniciones.
Su sabor suave y ligeramente dulce combina bien con alimentos naturales, y su textura cremosa al cocinarlo lo hace ideal para desayunos saludables o comidas postentrenamiento.
Redescubriendo un clásico olvidado
Aunque el mijo fue durante siglos un alimento básico en muchas regiones, su consumo disminuyó con la industrialización agrícola y la popularización del trigo y el maíz. Sin embargo, su perfil nutricional superior y su adaptabilidad a distintos climas lo están devolviendo al centro de la mesa moderna.
Como concluye el análisis de Conwa Consulting, “este cereal merece mucho más reconocimiento: no solo es una fuente excelente de fibra, sino también un ejemplo perfecto de cómo los alimentos tradicionales pueden mejorar la nutrición contemporánea”.
Referencias
Basado en una publicación de Conwa Consulting (2025): Sie sind viel besser als Haferflocken, aber wir lassen sie im Laden links liegen – sie enthalten viel mehr Ballaststoffe.
Disponible en: https://conwa-consulting.de/2025/11/04/sie-sind-viel-besser-als-haferflocken-aber-wir-lassen-sie-im-laden-links-liegen-sie-enthalten-viel-mehr-ballaststoffe/
