Un grupo de 100 gallinas criollas colombianas que ponen huevos azules, verdes y marrones mostró gran potencial genético para producir huevos enriquecidos y más nutritivos. Al complementar su alimentación con semillas de lino, los investigadores observaron un aumento significativo de ácidos grasos omega 3 en la yema, beneficiosos para la salud humana.

Tradicionalmente criadas en comunidades campesinas, indígenas y afrodescendientes, estas aves están en riesgo de desaparecer por falta de programas de conservación. A diferencia de las gallinas comerciales, estas producen huevos de cáscaras coloridas, y poseen características genéticas que las hacen valiosas tanto nutricional como culturalmente, según los hallazgos del estudio.
El equipo del Grupo de Investigación en Genética Animal de la Facultad de Medicina Veterinaria y de Zootecnia de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) evaluó el efecto de la suplementación con semillas de lino como fuente de ácido α-linolénico (ALA) sobre la expresión de los genes hepáticos, en una estrategia de enriquecimiento de los huevos tanto con ALA como con EPA (ácido eicosapentaenoico) y DHA (ácido docosahexaenoico).
El ALA es un tipo de omega 3 crucial en funciones humanas vitales, como mantener la salud cardiovascular, cerebral y ocular; ya que el cuerpo no lo produce, se debe obtener a través de la alimentación o los suplementos.
Los resultados del estudio mostraron que la suplementación con semillas de lino (al 0, 5, 10 y 15 %) no solo incrementó significativamente la cantidad de ALA en los huevos, sino también el total de ácidos grasos omega 3 frente al grupo que no recibió el tratamiento (0 %).
Al comparar los tratamientos, los investigadores observaron diferencias significativas, y aunque hubo un leve incremento de omega 3 en los huevos del grupo alimentado con 15 % de adición de semillas de lino, el resultado no fue suficiente para establecer una ventaja clara sobre el tratamiento con 10 %, lo que sugiere que este porcentaje es suficiente para obtener huevos enriquecidos y funcionales, más nutritivos y sin comprometer la productividad. También observaron que el color de la cáscara del huevo no marca una diferencia, ya que las características fisicoquímicas y nutricionales de los huevos son muy similares entre sí.
Resultados saludables
“Para extraer el RNA se seleccionaron las gallinas del tratamiento con 10 %, y posteriormente se hizo el análisis de transcriptómica hepática (RNAseq) para determinar cuáles genes se estaban expresando”, informa la profesora Ligia Mercedes Jiménez Robayo,líder del grupo de investigación.
El análisis genético mostró que las gallinas alimentadas con 10 % de semillas de lino activaron ciertos genes del hígado relacionados con el procesamiento de grasas y la producción de energía. Entre ellos están los asociados con la gluconeogénesis, un proceso mediante el cual el cuerpo genera glucosa (azúcar) a partir de sustancias que no son carbohidratos, como proteínas o grasas. También se identificaron genes vinculados al metabolismo lipídico, es decir a la forma en que el organismo transforma las grasas en componentes útiles para funciones como la producción de energía o la formación de tejidos.
Estos hallazgos respaldan la idea de que la dieta sí influye directamente en la forma en que las gallinas criollas colombianas producen y almacenan omega 3 en la yema de sus huevos.
“En el grupo control hubo una muy buena deposición de omega 3 en los huevos, es decir que las gallinas están genéticamente diseñadas para depositar una mayor cantidad de ácidos grasos omega 3, y cuando introdujimos la suplementación con semillas de lino en la dieta ese potencial se incrementó mucho más”, explica la profesora Jiménez.
Aunque no en la misma cantidad que el ALA, los investigadores también identificaron la presencia de ácido araquidónico, el cual confiere un mejor sabor a la carne y a los huevos, un hallazgo que respalda lo que tradicionalmente se ha percibido en Colombia sobre el sabor distintivo de la gallina criolla.
Además, los investigadores tomaron muestras de útero con el fin de estudiar los genes asociados con la deposición del pigmento que origina la coloración azul, verde o marrón de la cáscara de los huevos, e indagar sobre el origen genético de las gallinas criollas estudiadas.
Biodiversidad en riesgo
El estudio también evidenció la difícil situación de las gallinas criollas colombianas, cuya población que está disminuyendo rápidamente debido a la falta de programas de conservación. “Nos tomó meses encontrar 100 gallinas que cumplieran con las características requeridas”, señala la investigadora.
El equipo investigador continúa procesando los datos del RNA-seq para identificar genes candidatos responsables de la mayor deposición de omega 3, lo que abriría el camino a nuevas estrategias de mejoramiento genético y nutricional.
“Las enfermedades cardiovasculares y autoinmunes, y los desequilibrios de omega 6 y omega 3 en la dieta humana se mitigarían impulsando el consumo de estos huevos enriquecidos. El impacto sería aún mayor en zonas rurales, donde estas aves forman parte de la economía familiar y la seguridad alimentaria”, concluye la profesora Jiménez.
