La soja en la dieta de los animales de granja: cómo minimizar los factores antinutricionales


La soja es un producto muy conocido y valorado por su alto contenido en proteínas, microelementos, aminoácidos y la ausencia total de grasas pesadas y colesterol. Sin embargo, la soja también tiene desventajas. Por ejemplo, contienen sustancias como inhibidores de tripsina (para animales monogástricos) e inhibidores de ureasa (para rumiantes), que ralentizan el funcionamiento de las enzimas, así como hemaglutininas, saponinas y otras sustancias que pueden provocar una reacción alérgica, así como problemas con el sistema endocrino y raquitismo. Por lo tanto, no se recomienda el uso de soja cruda para determinadas especies animales. Para eliminar las deficiencias, se somete a un tratamiento térmico bajo presión mediante una extrusora de hasta 40 atmósferas.


La extrusión dura entre 30 y 60 segundos, mientras que la temperatura alcanza los 140-160 ºC, lo que ayuda a neutralizar los antinutrientes. La temperatura máxima se aplica sólo durante 5-6 segundos para evitar la destrucción de los aminoácidos de la soja, explican los especialistas.

Debido a la diferencia de presión se produce una explosión, como resultado de lo cual las paredes celulares se rompen parcialmente. Luego, los frijoles se muelen, lo que da como resultado almidones y azúcares simples de fácil digestión. La mezcla también está enriquecida con tocoferoles y lecitinas, que son necesarios para el funcionamiento normal del sistema nervioso, el cerebro y la absorción de grasas.

La soja entera extruida obtenida de este proceso conserva sus propiedades nutricionales, aportando más energía y favoreciendo la construcción muscular. El ácido linoleico contenido en la soja es especialmente beneficioso para las aves.

La temperatura y la presión durante la extrusión destruyen las bacterias y los microorganismos, haciendo que la soja sea segura y casi estéril. Este proceso también ayuda a estabilizar el producto, reducir el olor a soja y mejorar sus propiedades dietéticas.

Sin embargo, si la tripsina y la ureasa se destruyen por completo, otros aminoácidos de la soja pueden resultar dañados. Por lo tanto, es necesario un control de calidad cuidadoso.

El uso de soja entera extruida permite sustituir componentes costosos de los piensos, como el pescado y la harina de carne y huesos, sin comprometer la calidad y el valor nutricional. Esto ayuda a reducir los costos de producción.

Por lo tanto, la soja entera extruida es rica en nutrientes, segura y fácil de producir. Es una solución económica y de alta calidad para los productores agrícolas.

Fuente: servicio de prensa de la sucursal de Altai de la Institución Presupuestaria del Estado Federal “Centro de Evaluación de la Calidad de los Cereales”.