La triquinosis en la carne de cerdo americana ha sido completamente erradicada siguiendo protocolos de bioseguridad


El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) anunció recientemente que los científicos del Servicio de Investigación Agrícola (ARS) no han documentado contaminación por Trichinella en el suministro comercial de carne de cerdo del país.


La triquinosis, una enfermedad causada por el pequeño nematodo helminto Trichinella, alguna vez representó un riesgo significativo para la seguridad de la carne de cerdo en los EE. UU., pero un nuevo estudio nacional integral no encontró casos de infección entre los 3,2 millones de cerdos criados bajo el programa de Garantía de Calidad de la Carne de Cerdo Plus (PQA+). ). Estos resultados son consistentes con las pautas internacionales de seguridad alimentaria que establecen que la Trichinella en la carne de cerdo comercial de los EE. UU. ahora se considera un riesgo insignificante para la salud pública.

No existen pruebas post mortem de la carne de cerdo para detectar Trichinella en los Estados Unidos debido a la eficacia de los sistemas de producción modernos que minimizan el riesgo de exposición a este parásito. Sin embargo, la ausencia de infección por Trichinella nunca se había verificado en pruebas nacionales hasta este estudio. Los investigadores del ARS llevaron a cabo este proyecto para confirmar si el programa PQA+ aborda eficazmente el riesgo de exposición a Trichinella en la carne de cerdo comercial, abordando tanto las preocupaciones de seguridad nacionales como los requisitos del mercado de exportación de EE. UU.

Desarrollada por la industria porcina de EE. UU., PQA+ es una iniciativa de educación y certificación diseñada para ayudar a los productores de cerdos y a sus empleados a mejorar continuamente las prácticas de producción. Cubre la seguridad alimentaria, el bienestar animal, la protección del medio ambiente, la seguridad de los trabajadores y la salud pública. 

El programa incluye cinco mejores prácticas de manejo para prevenir la exposición a Trichinella:

  1. cumplimiento de los protocolos adecuados de bioseguridad de los piensos
  2. prevenir el contacto con roedores, animales salvajes y aves,
  3. negativa a alimentar a los cerdos con residuos de alimentos crudos de origen animal,
  4. Retiro oportuno y eliminación adecuada de los cadáveres de cerdo.
  5. documentar la llegada y salida de animales de los sitios de producción de PQA+.

El estudio analizó un total de 3.208.643 animales en doce sitios de procesamiento durante un período de 54 meses. No se detectaron parásitos en ninguna de las muestras de diagnóstico, lo que proporciona un 95 % de confianza de que la prevalencia de Trichinella fue inferior a 1 entre 1.000.000 de cerdos. Estas pruebas exhaustivas respaldan la conclusión de que la carne de cerdos PQA+ no representa un riesgo para la salud pública.

El Dr. Benjamin Rosenthal, director de investigación del Laboratorio de Enfermedades Parasitarias Animales del ARS, enfatizó la importancia de estos hallazgos: “Estas observaciones respaldan la afirmación de que el programa PQA+ de EE. UU. es eficaz para reducir el riesgo de infección por Trichinella en cerdos. Es igualmente importante señalar que estos datos pueden ser útiles para futuras decisiones sobre seguridad alimentaria, incluidas decisiones de análisis de riesgos”.

El reconocimiento de los síntomas de la triquinosis se remonta a la antigüedad, aunque no se ha entendido la causa específica. Los registros históricos sugieren que las sociedades primitivas, incluida la romana, pueden haber tenido cierta conciencia de los peligros de consumir carne de cerdo poco cocida, ya que varias leyes dietéticas religiosas y culturales desalentaban o prohibían el consumo de carne de cerdo.

La comprensión científica de la triquinosis comenzó a desarrollarse en el siglo XIX. En 1835, James Paget y Richard Owen hicieron en Londres las primeras observaciones definitivas del parásito Trichinella. Descubrieron las larvas en una biopsia de músculo humano, sentando las bases para futuras investigaciones.

El vínculo entre la triquinosis y el consumo de carne de cerdo quedó firmemente establecido a mediados del siglo XIX. Friedrich Küchenmeister, un médico alemán, realizó experimentos que demostraron el ciclo de vida de Trichinella espiralis. Alimentó a los animales con carne de cerdo contaminada y observó el desarrollo de larvas en sus músculos, demostrando la ruta de transmisión.

A finales del siglo XIX y principios del XX, la triquinosis se convirtió en un problema de salud pública reconocido, especialmente en Europa y América del Norte. Los brotes eran comunes y a menudo estaban asociados con el consumo de productos porcinos crudos o poco cocidos, como las salchichas. Las medidas de salud pública han comenzado a centrarse en mejorar los métodos de procesamiento y preparación de la carne de cerdo para reducir el riesgo de contaminación.

En el siglo XX se lograron avances significativos en la lucha contra la triquinosis. Los avances en la ciencia veterinaria han llevado a una mejor gestión e inspección de las piaras de cerdos, lo que ha reducido la prevalencia de Trichinella en los cerdos domésticos. Las campañas de salud pública enfatizaron la importancia de cocinar bien la carne de cerdo, lo que redujo aún más la incidencia de infección humana.

Fuente: USDA