La comunicación molecular cambiará las reglas del juego para el futuro de la atención sanitaria veterinaria y humana, al igual que la inteligencia artificial.
En un artículo publicado en Siliconrepublic, informa sobre el trabajo de la bióloga molecular irlandesa Jennifer Drohan, destinado a entablar un diálogo con bacterias creadas mediante bioingeniería: “Jennifer Drohan se licenció en biología molecular en la Universidad Tecnológica del Sureste (SETÚ). Durante sus estudios universitarios, decidió que quería continuar su investigación y completó un doctorado en comunicación molecular experimental. Drohan es miembro del Centro de Investigación de Biotecnología Molecular y Farmacéutica (PMBRC) y del Instituto Walton, y su doctorado está financiado por el Centro de Investigación VistaMilk SFI.
– Mi investigación implica “programar” la bacteria E. coli (que se encuentra comúnmente en los intestinos de criaturas sanas de sangre caliente) para recibir y enviar información desde el interior del cuerpo del animal. La idea es que se envíen bacterias programadas al cuerpo del ganado dentro de una cápsula comestible para explorar el ambiente desde el interior, y si encuentran lo que buscan (es decir, signos de deficiencia nutricional o marcadores de enfermedad), pueden señalar sus hallazgos. . El proceso es menos invasivo que los métodos actuales de prueba y seguimiento de la salud del ganado. El trabajo que estamos realizando proporcionará a los agricultores una solución no invasiva y respetuosa con el medio ambiente para controlar la salud del ganado, lo que a su vez mejorará la eficiencia y la sostenibilidad medioambiental del rebaño nacional irlandés, afirma Jennifer Drohan a Siliconrepublic.
La producción de alimentos para animales es un foco de atención pública y científica, y es necesario realizar cambios para mejorar el desempeño ambiental. La mayoría de los cambios serán causados por los avances tecnológicos, cree el científico.
“Por ejemplo, comprender cómo se comunican las bacterias proporciona conocimientos que pueden utilizarse para crear sensores de medición y dispositivos informáticos basados en bacterias para los sectores de agricultura inteligente y salud humana. Las posibilidades que ofrece el potencial de comunicación molecular de las bacterias programadas son enormes. Por otro lado, esto requerirá la aceptación general del nuevo concepto y su justificación económica, lo que puede ocurrir en una o dos décadas. Si bien se presta gran atención a la inteligencia artificial y sus capacidades, la medicina molecular también es muy prometedora y será más visible para el público, como la IA, a medida que se acumulen datos y aplicaciones prácticas, concluyó Drohan.
Fuente: Siliconrepublic