Los legisladores de la UE votaron el martes a favor de reducir el uso de pesticidas a la mitad en todo el bloque, a pesar de la oposición de algunos grupos conservadores.
Pero los políticos verdes tuvieron que lamentar el rechazo de una propuesta de declaración simbólica que pedía una prohibición total del controvertido herbicida glifosato.
Una comisión parlamentaria rechazó hacer una declaración un mes antes de que los 27 estados miembros decidan en apelación si extienden el uso de glifosato, algo que la OMS teme que pueda ser cancerígeno.
A principios de este mes, el bloque no logró aceptar hacerlo debido a que surgieron divisiones y el asunto pasará ahora a un comité de apelaciones a principios de noviembre.
El martes, el comité de medio ambiente de la UE votó por una estrecha mayoría (47 votos contra 37) para establecer objetivos vinculantes sobre la reducción del uso de pesticidas, que apuntan a una reducción del 50 por ciento para 2030.
Los pesticidas considerados más peligrosos verán su uso reducido en dos tercios en comparación con el período 2013-2017.
El comité también ha prohibido el uso de pesticidas en áreas sensibles designadas, incluidos parques públicos , alrededor de escuelas y en lugares de protección Natura 2000.
Entre los que votaron en contra estaban el derechista Partido Popular Europeo y la extrema derecha, mientras que los agricultores y las cooperativas agrícolas se oponen a que la UE imponga un conjunto de regulaciones demasiado estrictas en el sector.
“Teniendo en cuenta el impacto de la guerra en Ucrania (en los mercados de cereales), esta propuesta pone seriamente en peligro la independencia (europea) en términos de seguridad alimentaria“, afirmó el legislador conservador austriaco Alexander Bernhuber.
Advirtió sobre el riesgo de una reducción de los rendimientos que podría conducir a mayores importaciones agrícolas.
La eurodiputada verde austríaca, Sarah Wiener, que encabezó la campaña sobre el tema, dijo que estaba satisfecha con un resultado que permitiera llegar a un acuerdo “sobre compromisos factibles en una discusión cargada de ideología y dominada por la industria”.
La legisladora socialista belga Marie Arena dijo que el resultado beneficiaría tanto a los trabajadores agrícolas como al medio ambiente, ya que “el uso abusivo de pesticidas enferma a la gente”, además de diezmar el número de abejas.