Para cada uno de los múltiples usos de los cultivos de cereales, existen requisitos específicos para la calidad del grano, y la evaluación incluye una serie de parámetros establecidos para determinar el valor del producto en el comercio. La calidad del grano es más que el precio. Los factores de calidad incluyen consideraciones de seguridad alimentaria, como infecciones por hongos y la presencia de contaminantes nocivos. Dados los enormes volúmenes del comercio de cereales, objetivar el complejo proceso de valoración proporcionará una serie de beneficios al sector de cereales.
Existen estándares uniformes para la evaluación de la calidad del grano, sin embargo, hay casos en que los productores cuestionan el resultado de la evaluación, considerándolo subjetivo. A medida que la industria de los cereales se digitaliza cada vez más, existe una tendencia hacia la innovación también en este ámbito.
La empresa de tecnología agrícola del sur de Australia, Cropify, que está detrás de la tecnología de inteligencia artificial y aprendizaje automático para la clasificación de granos en la cadena de suministro, ha recaudado 2 millones de dólares australianos (1,3 millones de dólares) en una ronda inicial, según un comunicado. Liderada por los fondos de capital riesgo australiano y singapurense Mandalay Venture Partners y Hatcher+ respectivamente, la ronda marca un cambio en la estrategia de la empresa, que hasta ahora se ha autofinanciado en gran medida. La ayuda representa la primera coinversión entre firmas de capital riesgo, con el objetivo de respaldar «muchas más» startups agroalimentarias, según Mandalay Venture Partners.
En 2022, Cropify, fundada en 2019 con una subvención y apoyo de ingeniería del Instituto Australiano de Aprendizaje Automático, se unió a la cohorte de agronegocios del sur de Australia para recibir fondos de subvención a través del Fondo de Crecimiento Agtech. Se espera que la última inyección de capital contribuya en gran medida a acelerar la comercialización del avanzado sistema inteligente de clasificación de granos de la empresa.
La tecnología utiliza inteligencia artificial y aprendizaje automático para probar de manera objetiva y precisa legumbres y cereales en todo el mundo, con el noble objetivo de reemplazar las pruebas subjetivas de estos cultivos desde el campo hasta el puerto. Su sistema de clasificación de granos reconoce tres categorías objetivas que incluyen materiales defectuosos, contaminados y extraños, reemplazando el método de clasificación tradicional por IA y aprendizaje automático. A su vez, los resultados de estas pruebas se comparten con productores, comercializadores y usuarios finales en tiempo real para permitir decisiones más informadas a lo largo de la cadena de suministro de alimentos.
Fuente: Cropificar