Científicos coreanos han anunciado los beneficios de sus variedades de soja desde el punto de vista de las raíces.


Establecer un sistema de raíces fuerte en las plantas de soja es fundamental para una producción agrícola rentable en el futuro.


Mundo Agropecuario conoció el trabajo de un grupo de científicos de la Universidad Nacional de Kyungpook, República de Corea, sobre por qué se debe prestar atención a las raíces en el mejoramiento de la soja: “Debido a su uso generalizado como cultivo para la nutrición y la alimentación humana Para la ganadería, la soja se cultiva como cultivo comercial en todo el mundo en más de 35 países, siendo Brasil, Estados Unidos, China, India y Argentina los mayores productores.

Aunque el escenario histórico de producción de soja está estrechamente vinculado a Asia, muestra un desplazamiento de los principales centros de producción hacia las regiones occidentales, donde Estados Unidos, Brasil y Argentina se han convertido en los principales productores de soja, representando en conjunto una participación significativa del 82% de la producción mundial. producción.

La productividad de la soja se ve gravemente afectada por estreses abióticos que alteran la fisiología y el crecimiento general, lo que resulta en reducciones significativas del rendimiento.

Además, en entornos naturales, a menudo se observan los efectos combinados de múltiples factores estresantes, denominados “estrés múltiple”: por ejemplo, los episodios de escasez de agua suelen coincidir con el aumento de las temperaturas, lo que exacerba los efectos del estrés por sequía.

La tendencia es que las condiciones de humedad en diferentes regiones productoras de soja se estén volviendo gradualmente menos favorables para el desarrollo normal del cultivo y el llenado óptimo de las vainas.

Sin embargo, en todo el mundo, la soja se cultiva normalmente en suelos con una capa superior dura, que se forma incluso en campos arenosos. Esta capa superior dura impide que las raíces penetren y, por tanto, limita su acceso al agua y a los nutrientes.

Los agricultores suelen recurrir a la labranza profunda para resolver los problemas de costras del suelo, lo que requiere mucho tiempo, mucha energía y es ambientalmente insostenible.

Establecer un sistema de raíces fuerte es fundamental para la industria de la soja del futuro. 

Los rasgos morfológicos de las raíces (RMT) y la arquitectura del sistema radicular (RSA) influyen de manera crítica en la productividad, por lo que es importante estudiar la “mitad oculta” de la soja como un valioso indicador de sostenibilidad

En un estudio exhaustivo que abarcó dos años consecutivos (2021-2022), se evaluaron diferentes rasgos morfológicos de las raíces (RMT) en 216 muestras de soja de 34 países de origen diferentes. 

El estudio utilizó lotes aleatorios de plantas cultivadas en tubos de PVC llenos de tierra de jardín y cosechadas en la etapa de crecimiento V2. Todos los germoplasmas mostraron diferencias significativas (p < 0,001) en todos los rasgos medidos, es decir, longitud total de la raíz (TRL), volumen de la raíz (RV), diámetro promedio (AD), número de puntas (NT), número de ramificaciones (NF) y longitud total terciaria (TTL). 

Gráficos de: Waleed Khan, Stanley Ahamefula Amos, Mohammad Shafiqul Islam, Amit Ghimire, Lini Lay, Yunha Kim.

En el gráfico se puede ver la distribución geográfica de los 216 germoplasmas. Los números asociados con cada origen geográfico indican la cantidad de germoplasma obtenido de esa ubicación. Además, 10 germoplasmas utilizados en el estudio eran de origen desconocido.

Entre el 5% superior en longitud total de raíces (TRL) se encontraban cultivares de soja exclusivamente de origen coreano, de los cuales el germoplasma IT115491 mostró un impresionante TRL promedio de 1426,24 cm. En particular, el germoplasma de Serbia y Corea se ubicó predominantemente en el cuantil superior en diámetro promedio ( AD), donde IT156262 exhibió el valor AD más alto de 0,57 mm.

Cabe señalar aquí que un aumento en las puntuaciones de TRL significa que la variedad de soja tendrá raíces más profundas combinadas con una naturaleza fibrosa (ramificada), lo que dará como resultado una mayor cobertura del suelo. 

Los resultados revelaron una diversidad significativa entre todos los rasgos medidos, y los análisis de correlación demostraron relaciones interesantes entre diferentes rasgos fundamentales”.

Basado en un artículo de un grupo de autores (Walid Khan, Stanley Ahamefula Amos, Mohammad Shafiqul Islam, Amit Ghimire, Lini Lay, Yunha Kim), publicado en la revista Agronomy 2023 en el portal MDPI.