Científicos brasileños patentaron un nanocompuesto para la liberación controlada de agroquímicos, que se produce a partir de emisiones gaseosas.
La Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa), división de Agroenergia, recibió una patente para un proceso de producción de un nanocompuesto de carbonato de calcio y lignina kraft a partir de emisiones gaseosas, informa el periodista de AgroPages Leonardo Gottems.
La nanoestructura obtenida mediante este proceso puede liberar de manera controlada o lenta diversos compuestos de uso agrícola como pesticidas, feromonas, diversas combinaciones de agroquímicos y fertilizantes.
El nanocompuesto Embrapa es capaz de fijar moléculas de agroquímicos en su superficie y, para mejorar esa fijación, se utiliza la lignina, una macromolécula natural presente en las plantas.
Foto: Embrapa.
La liberación controlada de sustancias activas reduce la cantidad de agroquímicos utilizados, lo que supone un ahorro para los productores y un menor impacto en el medio ambiente, además de ayudar a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero: el proceso de obtención de un nanocompuesto captura dióxido de carbono de las plantas termoeléctricas.
El invento es resultado del proyecto AgriCarbono, que comenzó en 2019 y finalizó en el primer semestre de 2023. El objetivo del estudio era utilizar dióxido de carbono (CO2) para proporcionar una liberación controlada de moléculas agroquímicas. En el trabajo se probaron como principales agroquímicos los semioquímicos, sustancias químicas que se utilizan en la comunicación entre los seres vivos en la naturaleza, por ejemplo, los insectos, y en el control de plagas.
Como explicó el investigador de Embrapa Silvio Vaz Junior, director del proyecto, en el desarrollo participaron varias estructuras de la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria: “En Embrapa Agroenergia se desarrolló un nanocompuesto y una formulación preparada con este nanocompuesto y una preparación semioquímica. . Se lo entregamos a investigadores de Embrapa Recursos Genéticos, quienes lo probaron en el laboratorio. Se vio que tenía potencial para su uso en el campo, por lo que luego se realizaron pruebas de campo contra varias especies de insectos”.
Destacó que el proceso patentado y el producto final benefician la estabilidad climática y la agricultura directa y simultáneamente: “El proceso de fabricación de nanocompuestos de carbonato de calcio y lignina kraft implica el uso de emisiones de gases CO2 y por lo tanto ayuda a reducir el calentamiento global mediante la mitigación de las emisiones de gases de efecto invernadero, ayudando a descarbonizar el sector eléctrico.”
El investigador de Embrapa, Emerson Leo Schultz, especialista en propiedad industrial, agregó que “una patente protege una tecnología al otorgar a su propietario el derecho de impedir que terceros la utilicen indebidamente sin su consentimiento. Por tanto, cuando se patenta un activo tecnológico, su valor aumenta, lo que fortalece su posición en las negociaciones con los socios”.
Una vez emitida la patente, Embrapa Agroenergia buscará socios para promover la tecnología, explicó Patricia Abdelnour, subdirectora de Transferencia de Tecnología de Embrapa: “El escalamiento de la tecnología es muy importante para llevar un activo al mercado, pero para pasar de la escala piloto (TRL6 ) a escala industrial (TRL9) necesitamos socios industriales”.
(Fuente: news.agropages.com. Autor: Leonardo Gottems, reportero de AgroPages. Foto: Embrapa).
