Mucha gente asocia el tequila con rodajas de lima, sal y fiestas. Pero la popular bebida también tiene un impacto negativo en la biodiversidad, tanto en el agave azul del que se elabora como, quizás más inesperadamente, en los murciélagos. Ambos están amenazados por un cultivo unilateral.
por la Universidad de Gotemburgo
Investigadores de la Universidad de Gotemburgo, junto con colegas de México y Estados Unidos, han estudiado qué medidas pueden tener un efecto positivo en la diversidad biológica . El estudio se publica en Environmental Research Communications .
La creciente popularidad mundial del tequila ha impulsado un cultivo cada vez más intensivo del agave azul . La mayoría de productores trabajan con una técnica de reproducción asexual que impide que las plantas florezcan.
Al florecer, el azúcar pasa al néctar de las flores y la planta ya no sirve para la producción de tequila. Esta técnica daña la diversidad genética del agave y pone el cultivo en riesgo a largo plazo. Se vuelve menos resistente, por ejemplo, a las plagas y al cambio climático. Además, los métodos de cultivo intensivo han eliminado una importante fuente de nutrición de los murciélagos que polinizan las flores y se alimentan del néctar del agave.
Programas voluntarios, como el “programa amigable con los murciélagos“, permiten a los productores de tequila etiquetar sus botellas con un holograma si permiten la reproducción sexual . Entonces el precio será ligeramente superior, lo que se puede justificar con la etiqueta medioambiental.
Sin embargo, dado que muchos agricultores sólo cultivan agave para venderlo a destilerías y no producen tequila ellos mismos, estas iniciativas de hologramas no son suficientes; los agricultores también deben tener incentivos para el cultivo sostenible.
En un nuevo estudio, se utilizó un método de encuesta para descubrir qué se necesita para que los agricultores de agave quieran utilizar métodos que permitan cierta floración y producción de semillas de agave de forma natural.
En promedio, los agricultores dijeron que podrían considerar permitir que florecieran 93 plantas (de aproximadamente 3.000) por hectárea para aumentos de rendimiento futuros no especificados, 129 plantas para un subsidio del 20% en relación con el costo de inversión, y 180 plantas si el subsidio fuera del 50%. del coste de inversión. Según el programa amigo de los murciélagos, 150 plantas por hectárea son suficientes para garantizar la biodiversidad y el alimento de los murciélagos.
Con suficientes incentivos financieros y recursos educativos, muchos agricultores parecen dispuestos a invertir una parte de sus cosechas en beneficio de los murciélagos y al mismo tiempo aumentar la biodiversidad genética del agave y su viabilidad futura.
Los investigadores también señalan que se requiere una colaboración entre la industria, los consumidores, los responsables de la toma de decisiones y los grupos de conservación de la naturaleza. Los hallazgos de la investigación sugieren que los beneficios ambientales y los incentivos financieros apropiados podrían hacer del tequila “amigable con los murciélagos” una opción sostenible en la fiesta.
Más información: Irene Zapata-Morán et al, Tequila, murciélagos y agricultores de agave: hacia una comprensión de los incentivos adecuados para proteger la diversidad genética, Environmental Research Communications (2024). DOI: 10.1088/2515-7620/ad19f4