Investigadores del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria de Argentina están creando una variedad de trigo con granos que serán mucho más grandes que las variedades convencionales. El trabajo utiliza la tecnología de edición de genes CRISPR/Cas9 para editar un gen implicado en la determinación del tamaño del grano. Los investigadores enfatizan que los materiales obtenidos como resultado de este trabajo no deben considerarse organismos genéticamente modificados (OGM).
Según los análisis, en los últimos 6 años, el aumento anual de los precios del trigo y la soja ha alcanzado aproximadamente el 213%, mientras que los costos de producción han aumentado casi un 250%. Para el maíz y la cebada, el aumento de los costos de producción fue similar, pero los aumentos de precios alcanzaron del 250% al 300%.
Para producir más grano de trigo de la misma zona, pero a menor costo, los mejoradores argentinos van a aumentar el tamaño del grano. La edición genética, conocida como técnica biotecnológica moderna que permite realizar modificaciones muy precisas en el ADN, se utiliza para mejorar las características de los cultivos, entre otras cosas. En este caso, el equipo de investigación, integrado por especialistas del Instituto de Genética y de la Estación Experimental Agrícola Marcos Juárez de Córdoba, INTA, utilizó unas tijeras moleculares denominadas CRISPR/Cas9 para editar la secuencia del gen GW2, cuya función está involucrada. para determinar el tamaño de los granos. Los materiales resultantes de este trabajo no se considerarán organismos genéticamente modificados (OGM) y pueden tratarse como materiales obtenidos mediante mejoramiento tradicional, escribió el INTA en un comunicado.
Ezequiel Bossio, representante del Laboratorio de Transformación Genética Vegetal del INTA, señaló que uno de los aspectos más importantes de la edición genética -además de todo el proceso- es confirmar que la modificación se realizó en el lugar previsto y que puede transmitirse de generación en generación. a generación.
“Con este nuevo enfoque se buscan las mejoras agronómicas que requieren los productores, las cuales sólo pueden lograrse a través de la biotecnología moderna, utilizando los materiales más innovadores disponibles en el Programa de Mejoramiento del INTA”, dijo Bossio, al señalar que este trabajo se realizó durante el pasado 2023 y a finales del mismo año se obtuvieron en los laboratorios del INTA las primeras plantas de trigo editadas para granos grandes.
“Los fabricantes exigen ahora características relacionadas con el ciclo, la calidad, la salud y, principalmente, la mejora del rendimiento. Al mismo tiempo, los agricultores no quieren que sus cereales sean clasificados como OGM. A través de este trabajo contribuimos a incrementar la productividad de este cultivo a través del desarrollo de materiales que, luego de la selección molecular, evaluación fenotípica y aprobación por la Secretaría de Bioeconomía (Ministerio de Economía) de Argentina, serán incorporados directamente a la producción. Este programa de mejoramiento también busca establecer un nuevo tipo de relación entre un laboratorio que utiliza biotecnología moderna para mejorar granos y un programa de mejoramiento genético tradicional”, explicó Bossio.
Las plantas con estas nuevas variantes se produjeron utilizando el sistema CRISPR/Cas9. “Los vectores de edición que contienen toda la información molecular de este sistema fueron desarrollados y ensamblados en nuestros propios laboratorios”, afirma Micol Auteri, estudiante de doctorado, y añade: “Estos vectores se introdujeron en el genoma de las células del trigo mediante bombardeo con micropartículas. Posteriormente, cultivando estas células in vitro, fue posible regenerar plantas viables cultivadas en cámaras de reproducción”.
“Tras el trabajo de secuenciación e interpretación de los resultados realizado en el Centro Experimental Marcos Juárez Leonardo Vanzetti, se descubrió que la edición del genoma ocurrió en el lugar esperado y que interrumpió el funcionamiento del gen que nos interesaba anular”, Dijo Auteri.
“Para lograr este resultado se trabajó en las dos últimas variedades de trigo registradas en el programa de mejoramiento del INTA. Es interesante señalar que estas variedades del INTA fueron inscritas recientemente en el Registro Nacional de Comercio y Control de Semillas (INASE) de Argentina y que a mediados de enero de 2024 ya teníamos editadas plantas confirmadas molecularmente para los mismos genotipos”, anotó el investigador.
Continuó diciendo lo que se haría a mediano y corto plazo: “Ahora tenemos que realizar ensayos agronómicos comparativos para cuantificar el impacto en el rendimiento que tendrá la liberación en cada individuo producido. Este trabajo se iniciará en junio, con la campaña de trigo 24-25”.
Fuente y foto: INTA.