Los pastos sin arar son un reservorio para la propagación de larvas del gorgojo dañino, según las observaciones de un investigador irlandés. En Irlanda, la prohibición europea del clorpirifos ha complicado seriamente el control de un peligroso polífago
El gorgojo de los pantanos, o gorgojo dañino, es un peligroso polífago cuyas larvas se alimentan causando daños significativos y pérdidas de cultivos en muchos sistemas agrícolas al alimentarse de las raíces y tallos de las plantas a nivel del suelo.
Un químico eficaz para controlar estas plagas, el clorpirifos (disponible desde 1965), fue prohibido en Europa en 2019. Esto limitó gravemente la capacidad de los agricultores irlandeses, entre otros, para controlar las plagas de gorgojos y, con el tiempo, quedó claro que la agricultura sin labranza también permite que la plaga prospere. Richard Halleron habla de esto en un artículo en el portal www.agriland.ie.
“Un estudio realizado por la Dra. Aisling Moffat y publicado en el Irish Journal of Agricultural and Food Research sugiere que los agricultores deberán concentrarse más en la gestión constante y activa de sus campos y suprimir la población de gorgojos dañinos a través de la rotación de cultivos y la labranza.
Durante los dos años de trabajo de investigación, la población promedio de larvas del gorgojo dañino en pastos fue de 467.658 piezas/ha, y en suelos cultivados – 47.497 piezas/ha. Por lo tanto, la evidencia sugiere que las poblaciones de plagas en los campos de cereales tienden a ser mucho menores.
La población más alta registrada en cultivos de granos fue en abril de 2019, cuando el trigo de invierno siguió a la colza, un cultivo famoso por sus adultos infestados de dosel.
En 2019, el 3,3 % de los campos de cereales de Irlanda superaron el umbral económico objetivo de 600 000 saltamontes plaga por hectárea. Sin embargo, en 2021, la cantidad de tierra cultivable registrada para esta plaga por encima del umbral económico fue cero, y aproximadamente el 90 % de todos los campos de cereales se cultivaron de una forma u otra.
En 2019, el 40 % de los pastizales evaluados tenían poblaciones de gorgojos saltamontes por encima del umbral económico de 1 millón de larvas por hectárea.
El estudio demuestra que los pastizales son mucho más vulnerables a la infestación de plagas de gorgojos que los campos de cereales. Esto puede deberse a los beneficios de las prácticas de labranza como el arado.
Desafortunadamente, por el momento no existen estrategias claras para el control del gorgojo nocivo en los pastos. Los científicos están analizando variedades y mezclas de césped, análisis de la comunidad microbiana del suelo y posibles opciones de biocontrol”.