Ayer y hoy de las leguminosas de grano en Venezuela


Pedro Raúl Solórzano Peraza


LEGUMINOSAS DE GRANO: La familia leguminosas (actualmente fabaceas) es una de las más grandes del Reino Vegetal, pero sin embargo, solo alrededor de 20 especies son utilizadas como fuente de granos comestibles e industriales, destacando arvejas, caraotas, frijoles, quinchoncho, lentejas, garbanzo y granos industriales como maní y soya.

Tradicionalmente, caraota negra, frijol y quinchoncho han sido base de la alimentación popular en Venezuela y a pesar de ello, han sido rubros deficitarios de obligada importación. Así mismo, la soya, que alcanza considerables volúmenes de consumo para la industria avícola y como fuente de aceite y es de comprobada adaptabilidad en el país, se cubre su demanda con una importación casi total.

En años anteriores hubo producciones significativas de leguminosas de granos comestibles, especialmente caraota negra y frijol bayo, pero desde 1991 ha ocurrido una abrupta disminución de las áreas sembradas y por consiguiente un incremento de las importaciones. El maní tuvo su mejor época en la década de los ochenta y hoy en día se mantienen pequeños programas en las sabanas de Anzoátegui y Monagas que alimentan una industria confitera local. En cuanto a la soya, han existido programas con la intención de promover su siembra, los cuales no han tenido el apoyo suficiente para su desarrollo por lo que no se ha podido superar una producción nacional cercana a 66.000 toneladas/año (2010), que es un porcentaje mínimo de nuestros requerimientos que superan un estimado de 1.200.000 toneladas de grano/año. Esos requerimientos se producirían poniendo bajo cultivo con soya más de 500.000 ha.

En los años recientes el cultivo de frijol chino ha tomado cierta importancia, y su siembra se ha concentrado casi totalmente en los Llanos Occidentales durante el período de Nortes. La producción se dedica mayormente a la exportación, representando una opción importante para la agricultura venezolana.

En general, estos granos son de alto valor nutritivo, especialmente por su contribución en el suministro de proteínas y fibras a las raciones. Las leguminosas de granos comestibles deben jugar papel importante en la alimentación de la población como sustituto de las fuentes de proteína animal; por otro lado, la soya, es fuente proteica insustituible en la alimentación de aves, es fuente de aceite comestible de excelente calidad, y también se utiliza con procesamientos especiales para la alimentación humana en cuyo caso se le denomina “carne vegetal” por la cantidad y calidad de sus proteínas. El maní, que es una importante oleaginosa, en el país se utiliza actualmente para confites.

En estas especies se debe aplicar la Diazotrofía o Fertilización Nitrogenada Biológica, es decir, la inoculación de las semillas con el rizobio específico para cada especie previamente a la siembra, de tal manera que se logre una fijación de nitrógeno atmosférico eficiente y se puedan disminuir los costos por fertilización. Estos cultivos que son capaces de fijar nitrógeno atmosférico y enriquecer los suelos en este elemento nutritivo, se convierten en excelentes opciones para la rotación de los campos en producción, especialmente con gramíneas como maíz y sorgo, los cuales salen muy beneficiados de esta práctica al mejorarse sus rendimientos.


Pedro Raúl Solórzano Peraza es colaborador destacado de Mundo Agropecuario

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