Investigadores encontraron bacterias en plantas de ají y pimentón, entre ellas 4 con potencial para control biológico y 8 fitopatógenas o dañinas; de estas, 6 no habían sido reportadas y pueden atacar hojas, tallos, raíces y frutos de las plantas y causar daños en su crecimiento.
Para el estudio, los investigadores colectaron tejido de plantas de ají y de pimentón en 17 cultivos distribuidos en los principales municipios productores del Valle del Cauca, entre ellos La Unión, Cerrito, Palmira, Candelaria, Restrepo y El Dovio; a partir de estas muestras caracterizaron los 69 aislamientos, de los cuales 4 son benéficos.
Sin necesidad de usar agroquímicos y antibióticos, las bacterias benéficas ayudan desde la misma planta a mantener un equilibrio natural en el entorno, protegiéndola de enfermedades y promoviendo su vigor de una manera más amigable con el medioambiente, los suelos y la salud humana.
Otro aporte destacado del hallazgo son las 6 especies que no habían sido reportadas en el país, las cuales afectan los cultivos de ají y pimentón, ya que pueden atacar diferentes partes de las plantas como hojas, tallos, raíces y frutos, y causar daños en su crecimiento, desarrollo y producción. Por tanto, estos descubrimientos marcan un avance importante para la industria agrícola y la seguridad alimentaria.
Durante siete años, la ingeniera agronómica Ángela Liliana Rivera Calderón, candidata a Doctora en Ciencias Agrarias, adelantó su estudio “Caracterización morfológica y molecular de bacterias asociadas Capsicum spp. en el Valle del Cauca-Colombia”, trabajo dirigido por los profesores Mario García Dávila y Eyder Daniel Gómez López, de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Palmira.
Para entender mejor su naturaleza y sus funciones, las bacterias halladas se caracterizaron en los laboratorios de Diagnóstico Vegetal y de Biología Molecular por su forma, comportamiento en el medio de cultivo, reacciones químicas, metabolismo y nivel molecular.
“Encontramos especialmente Bacillus spp., bacterias grampositivas de bacilares que forman endosporas muy resistentes a las condiciones ambientales adversas. Algunas son beneficiosas y se utilizan en la producción de alimentos, en la industria y en la medicina, mientras que otras, como B. anthracis, pueden ser patógenas y causar enfermedades en plantas, animales y humanos”, informó la investigadora.
Aunque el ají es una hortaliza originaria de América, hoy varios países de otras latitudes lo cultivan, pues durante la conquista y colonización fue llevado a España y Portugal, y por su exquisito y picante sabor empezó a ganar reconocimiento y a distribuirse por el mundo.
Aunque actualmente el país que más cultiva ají es China, Estados Unidos y México también destacan con un potencial de crecimiento en términos de nutrición y de industrialización.
En Colombia se producen cada año alrededor de 100.000 toneladas de ají en cerca de 8.000 hectáreas de cultivo, con Antioquia, la Costa Atlántica, Cundinamarca y Valle del Cauca como los principales productores.
La investigadora, quien próximamente participará en el Concurso Tesis en Tres Minutos (3MT) organizado por la UNAL, considera que “la combinación de un enfoque integral en el manejo de cultivos de ají, junto con la incorporación estratégica de bacterias benéficas, ofrece una vía prometedora para mejorar la productividad agrícola y mitigar el impacto ambiental mientras se satisfacen las demandas crecientes de alimentos de alta calidad de manera responsable y sostenible”.
Ahora trabaja en el reporte de las nuevas especies de bacterias encontradas en el estudio, el cual fue posible gracias al Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (antes Colciencias) y al sistema de información Hermes, además de la investigación, extensión y los laboratorios de la UNAL.