¿Pueden las cercas de carbón proteger los cultivos sensibles de la deriva de herbicidas?


Investigadores estadounidenses están probando cercas de carbón en busca de formas de preservar la cosecha de frutas y verduras de la deriva de herbicidas de los campos vecinos de soja y maíz.


Aaron Wiener escribe en un artículo de Iowa Farmer Today, citando una investigación de la Universidad de Missouri: “La deriva del herbicida Dicamba desde los campos de soja y maíz hacia los cultivos especializados adyacentes es un problema que enfrentan los productores de hortalizas y frutas en el Medio Oeste de Estados Unidos. Así, Justin Kay, especialista en horticultura de la Universidad de Missouri, señala en su artículo que, según una encuesta, la deriva de herbicidas no sólo daña los cultivos no objetivo, sino que también complica las relaciones con los consumidores

«Varios productores mencionaron la pérdida de mercados para sus cultivos especiales porque no podían asegurar a sus clientes que sus productos estaban libres de herbicidas», dijo Kay.

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En busca de una solución, el verano pasado investigadores de la Universidad de Missouri trabajaron con carbón activado para tratar de filtrar la dicamba que puede terminar en lugares no deseados, de manera similar a cómo muchos sistemas de filtración de agua usan la sustancia para eliminar químicos no deseados.

Los científicos desarrollaron cercas recubiertas de carbón y las instalaron junto a un campo de cultivos tratados con dicamba para ver si podían reducir parte del daño a las plantas detrás de la cerca, ya que los jardineros y productores de hortalizas no pueden mudarse a una nueva ubicación simplemente desde… debido al hecho de que se utiliza un herbicida cerca. 

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Según datos preliminares, dado que la investigación continuará hasta 2024, los científicos han llegado a la conclusión de que, en cualquier caso, incluso con una valla especial, es mejor complementar la protección con cortavientos regulares y plantar cultivos potencialmente resistentes a la dicamba, como la uva, cercano. Las legumbres como los guisantes o los frijoles, así como los tomates, son sensibles a la dicamba y cuando se introducen pesticidas, el daño por herbicida se manifiesta rápidamente, provocando que las hojas se enrollen y deformen, y se pierda el rendimiento”. 

Fuente: Iowa Farmer Today Autor: Aarón Wiener.