Algunas plantas con resistencia a una enfermedad específica también son capaces de defenderse eficazmente cuando están estresadas por, por ejemplo, sequía o suelo salino.
por la Universidad de Wageningen
Al mismo tiempo, la resistencia de otras plantas ya no funciona en estas mismas condiciones. Aunque esto se suponía desde hacía algún tiempo, el científico de Wageningen Christos Kissoudis es el primero en demostrar por qué. Como resultado, los fitomejoradores podrán saber si sus nuevas variedades seguirán siendo resistentes a las enfermedades cuando se cultiven en condiciones subóptimas.
Los fitomejoradores han desarrollado variedades resistentes a una amplia gama de hongos y bacterias patógenos para un número importante de cultivos . Las modernas plantas de tomate, por ejemplo, están continuamente dotadas de resistencia contra muchas enfermedades. Esto permite a los productores de tomates lograr un alto rendimiento sin tener que centrarse en el control de enfermedades.
En términos generales, los cultivos se mejoran de tal manera que las plantas tengan la resistencia adecuada cuando se cultivan en condiciones óptimas: con suficiente agua y nutrientes y en un ambiente que no sea demasiado caluroso o salino. Sin embargo, en el futuro, es probable que nuestros cultivos enfrenten condiciones de crecimiento cada vez más pobres. El cambio climático provocará sequías más frecuentes e intensas, y necesitaremos cada vez más cultivos en suelos salinos. A medida que las plantas se estresan más, surge la pregunta de si los cultivos seguirán siendo capaces de defenderse con la misma eficacia contra las enfermedades si los genes responsables de la resistencia no pueden funcionar adecuadamente en condiciones estresantes.
Christos Kissoudis estudió esta cuestión en el caso de los tomates, investigando varias líneas de tomates que tenían diferentes genes de resistencia al mildiú pero que, por lo demás, eran muy similares. Colocó las plantas en condiciones óptimas o en suelo salino y luego intentó infectarlas con el hongo mildiú.
Kissoudis descubrió que una de las líneas de tomate también podía defenderse eficazmente contra el mildiú en el suelo salino, pero que otra línea no, permitiendo que la enfermedad infectara la planta. Esto significa que un gen de resistencia puede funcionar bien en plantas estresadas, mientras que otro no.
Durante su investigación de doctorado, Kissoudis se convirtió rápidamente en un experto en el campo de la resistencia de las plantas y la resistencia de los cultivos a enfermedades “dependientes del medio ambiente”. Entre otras cosas, publicó dos artículos de revisión que ofrecían una visión general del conocimiento disponible en publicaciones científicas y mostraban sus interrelaciones. Los resultados de la propia investigación de Kissoudis han dado lugar a varias otras publicaciones y hay más en preparación.
