Avances en la detección de la tuberculosis bovina


Investigadores colombianos diseñan un nuevo método para detectar tuberculosis bovina


UNAL/DICYT La Universidad Nacional de Colombia (UNAL) ha diseñado un nuevo método para detectar tuberculosis bovina. Esta enfermedad, producida por la bacteria Mycobacterium bovis, (M. Bovis), es una enfermedad que produce grandes pérdidas al sector ganadero, por lo que es fundamental una detección temprana para el manejo de la enfermedad, con este fin se ha implementado una nueva técnica en Colombia llamada Amplificación Isotérmica Mediada por Bucle (LAMP).

La tuberculosis bovina es una enfermedad zoonótica -puede transmitirse de animales a humanos-, por lo que existe un riesgo de contagio tanto para los trabajadores y personal involucrado en el manejo de los animales, como para los consumidores de carne o productos derivados de ganado enfermo.

Carlos Yesid Soto, profesor del Departamento de Química de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), y presidente de la Sociedad Latinoamericana de Tuberculosis, explica que el método LAMP no se había utilizado en Colombia para este fin, y las técnicas convencionales no son lo suficientemente prácticas y sencillas de implementar en regiones con pequeños y medianos centros de producción ganadera.

Destaca que el propósito de este aporte que la UNAL presenta a los ganaderos del país es “contar con un método que pueda ser llevado al campo, lo que llamamos point of care testing, es decir pruebas médicas que se realizan in situ, o en este caso, en las fincas donde se encuentra el ganado”.

La ganadería bovina en Colombia es un importante sector de la economía nacional. Con respecto a la producción lechera se generan 6.700 millones de litros anuales de leche, lo que lo convierte en uno de los líderes en América Latina. Además, produce 800.000 toneladas de carne bovina.

Este importante sector debe ser protegido de amenazas como la tuberculosis bovina que tiene el potencial de generar una disminución del 6 % en la fertilidad del ganado, 10 % en la producción lechera y 15 % en producción cárnica.

Los métodos que se utilizan ahora

Los métodos autorizados para el diagnóstico de dicha enfermedad se basan en pruebas que no tienen la eficacia o sensibilidad necesaria para ser ejecutados en el campo, generando el sacrificio de los animales por la infección, y una gran pérdida económica para los pequeños y medianos productores.

Las dos pruebas convencionales son el Derivado Proteico Purificado o tuberculina (PPD) y la Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR).

En la PPD se aplica, vía intradérmica, un extracto de proteínas de filtrados de cultivos de M. bovis en un caudal del ano, o del cuello, para ver si aumenta el grosor en la piel de esta parte del cuerpo, señal que significa que la prueba es positiva.

Esta prueba no es muy específica, lo que significa que puede confundirse con Mycobacterium bacterium (M. Caprae), tuberculosis propia de las cabras.

En la PCR, se extrae una muestra de tejido de alguna parte del animal -cabeza, abdomen, tórax-, con el fin de realizar una extracción de ácido desoxirribonucleico (ADN) y amplificar una región genómica del patógeno, lo que se puede verificar en tiempo real mediante una imagen de computador, lo que se conoce como PCR en tiempo real.

Dicha prueba es demasiado sensible a la contaminación, por lo que puede arrojar falsos positivos, sobre todo en lugares como en el campo, donde no se tiene el equipo ni los centro indicados para mantener la calidad de las muestras.

El académico explica que la idea es “implementar una técnica que sea sencilla, que no necesite personal especializado para desarrollar el diagnóstico, ni equipos costosos cuyo mantenimiento no es sencillo, por lo que tenerlos en un laboratorio es complejo”.

Prueba LAMP, una alternativa eficaz

En la prueba LAMP en la que no se necesita un termociclador convencional para PCR, sino la ampliación del ADN se realiza de forma muy sencilla a una sola temperatura, y la detección ADN de M. bovis se realiza por un simple cambio de coloración de la muestra (de rojo a amarillo) después de 30 minutos de reacción a 30°C.

Estas pruebas se tomaron del queso producido en 24 fincas de Pasca (Cundinamarca); a partir de aquí se extrae el ADN de los bacilos tuberculosos (células), necesario para hacer la prueba.

Esto es importante ya que: “aunque la presencia de tuberculosis bovina en esta región no fue tan alta, tuvimos algunos casos, lo cual puede ser la base para implementar el método en regiones en donde esta problemática está más latente”, señala el docente.

La investigación fue realizada por los egresados de Biología Alejandro Sierra y Danna Camelo, en el Grupo el Grupo de Investigación en Bioquímica y Biología Molecular de las Micobacterias (BBMM) del Departamento de Química de la Facultad de Ciencias de la UNAL, en colaboración con el Grupo de Sistemas de Producción Sostenible y Sustentable (SISPROS) de la Universidad de Cundinamarca (UCundinamarca).