La colaboración internacional en ciencia lechera allana el camino para los resilientes rebaños lecheros del mañana


En un nuevo estudio del Journal of Dairy Science , los investigadores han aumentado la cantidad y calidad de los datos disponibles sobre los rasgos genéticos relacionados con la eficiencia alimenticia y las emisiones de metano.


por Elsevier


La colaboración internacional en ciencia lechera allana el camino para los resilientes rebaños lecheros del mañana
Número de vacas proporcionadas para cada rasgo por cada país a finales de febrero de 2022. Países: Australia (AUS), Canadá (CAN), Suiza (CHE), Alemania (DEU), Dinamarca (DNK), España (ESP) y Estados Unidos (EE.UU.). CréditoRevista de ciencia láctea (2023). DOI: 10.3168/jds.2022-22951

Los rebaños lecheros del futuro deberán poder adaptarse a las condiciones ambientales cambiantes y, al mismo tiempo, alimentar al mundo de manera eficiente y con la menor huella de emisiones posible. Una iniciativa internacional, The Resilient Dairy Genome Project, está reuniendo a un equipo interdisciplinario a gran escala para desarrollar herramientas genómicas que ayuden a los productores de leche a lograr este objetivo.

En el artículo clave del proyecto , el equipo describe la creación de una base de datos genética y fenotípica internacional estandarizada y el primer paso crucial hacia el desarrollo de las herramientas genómicas necesarias para los rebaños resilientes, sanos y productivos del mañana.

Dos componentes principales de este rebaño resiliente del futuro son la eficiencia alimenticia (o la capacidad de un animal para producir más leche con menos alimento), así como la cantidad de metano que produce la vaca a lo largo del camino. Aumentar la eficiencia y disminuir las emisiones de metano no sólo puede maximizar la rentabilidad de los productores sino también reducir el impacto ambiental general del sector lácteo.

Seleccionar estos rasgos significa tener datos confiables sobre los genotipos (el gen subyacente a los rasgos) así como sobre los fenotipos (las características observables del rasgo resultantes de la interacción del genotipo con el ambiente de la vaca).

La investigadora principal del estudio, y líder del proyecto en su conjunto, Christine Baes, Ph.D., del Centro para la Mejora Genética del Ganado, Departamento de Biociencias Animales de la Universidad de Guelph, Guelph, Ontario, Canadá, explica “Nuestra capacidad para generar herramientas genómicas de impacto internacional para vacas lecheras resilientes requiere que primero tengamos una comprensión global de los genotipos y fenotipos de alta calidad”.

Baes y su equipo se propusieron no sólo recopilar este enorme conjunto de datos, sino también desarrollar estrategias para gestionar y estandarizar los datos. No es poca cosa teniendo en cuenta la cantidad de datos y las diferencias en cómo se registran, la tecnología de medición utilizada, la diversidad de genotipos, prácticas de gestión y nutrición entre países.

La base de datos del proyecto incluye actualmente información de siete países (Australia, Canadá, Dinamarca, Alemania, España, Suiza y Estados Unidos) que aportan datos tres veces al año. La información incluye pedigrí, parto, producción, eficiencia alimenticia, emisiones ambientales, genotipo y archivos espectrales de infrarrojo medio de la leche, todos combinados para proporcionar una base de datos global compartida.

Este estudio inicial se centró en las vacas lecheras Holstein y el equipo trabajó para comprender los diversos métodos de recopilación de datos, incluido el rastreo de pedigrí y el genotipado. Se utilizaron técnicas de imputación para garantizar la uniformidad en todos los animales genotipados.

Baes explicó: “En marzo de 2024, la base de datos contiene 1.508.751 registros de ingesta de materia seca de 18.648 vacas y 33.723 registros de metano de 4.500 vacas y continúa creciendo a medida que los países cargan nuevos datos”.

Baes destacó: “Nuestro análisis reveló un alto nivel de similitud genética entre las poblaciones de Holstein en diferentes países, lo que sugiere un intercambio genético significativo, que resultará beneficioso a medida que trabajamos en herramientas para la predicción genómica entre países”.

A pesar de esto, el equipo se apresuró a señalar áreas para futuras investigaciones.

Baes dijo: “Hubo variaciones en los fenotipos de consumo de alimento y emisiones de metano entre los países, lo que destaca la necesidad de evaluaciones de uniformidad adicionales antes de realizar más análisis”.

En general, esta colaboración internacional y el intercambio de datos han mejorado el progreso real hacia el lanzamiento de evaluaciones de eficiencia alimenticia entre muchos socios del proyecto, mientras que el aumento de datos sobre emisiones de metano ha allanado el camino para el desarrollo de nuevas evaluaciones para este importante rasgo.

Canadá lanzó la primera evaluación genómica del mundo para la eficiencia del metano el año pasado en el Proyecto Efficient Dairy Genome, precursor de este nuevo cuerpo de trabajo. A través de este proceso, las soluciones genéticas pueden contribuir en el futuro a la selección de vacas lecheras que sean más eficientes en el uso de recursos y tengan una menor carga ambiental.

Más información: Nienke van Staaveren et al, The Resilient Dairy Genome Project: una descripción general de los métodos y objetivos relacionados con la eficiencia alimenticia y las emisiones de metano, Journal of Dairy Science (2023). DOI: 10.3168/jds.2022-22951