Diarrea y neosporosis, enfermedades que tienen en jaque a los hatos lecheros: Colombia


En Colombia solo la brucelosis es supervisada por el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), mientras otras afectaciones –como la neosporosis, causada por un parásito que puede desencadenar un aborto, o la diarrea viral– no se tienen en cuenta, pese a que afectan al ganado y generan millonarias pérdidas económicas, pues disminuyen los nacimientos y por ende la producción de carne, leche y otros derivados.



Con su investigación, Marlon Muñoz, magíster en Producción Animal de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), junto al grupo de investigación en Reproducción Animal y Salud de Hato de la Facultad de Medicina Veterinaria y de Zootecnia, evidenciaron que en 512 fincas de pequeños y medianos productores de leche de Guatavita (Cundinamarca) hay una presencia marcada de dichas enfermedades, las cuales, debido a la falta de regulación, no se tienen que reportar ante el ICA.

En la leche analizada se detectó la presencia de 80,1 % de Neospora caninum, 60,1 % de diarrea viral bovina, 37,2 % de Leptospira hardjo y 25,7 % de Herpesvirus bovino tipo 1 (IBR). El análisis de estas muestras permitía hacer un diagnóstico más rápido, ya que antes de realizaba en total y no vaca por vaca, lo cual llevaría más tiempo.

“Las fincas analizadas tenían entre 5 y 12 reses, lo que quiere decir que hay un riesgo alto de infección de los animales por estas enfermedades, además de problemas en el nacimiento de nuevos terneros y pérdidas económicas para los ganaderos”, asegura el magíster.

Agrega que “en Guatavita el intervalo entre partos se podría reducir por debajo de 1,8 años, por lo que hacer el control y la vigilancia de estas enfermedades es de suma importancia”.

Este hallazgo se logró gracias al enzimo-inmunoanálisis de adsorción (ELISA), una prueba de laboratorio que permite detectar los anticuerpos presentes en la leche, lo que significa observar si en ese grupo animal hay anticuerpos específicos que se están defendiendo de alguna enfermedad. Cuando esto es así, se produce una coloración según la afectación: azul para brucelosis y amarilla para leptospira, entre otras.

Medidas a medias

El investigador considera que es fundamental generar una estrategia o modelo de prevención adecuada en estas fincas, que evite que se presenten o aumenten los casos; para ello se realizaron encuestas epidemiológicas a los productores con el fin de detectar los principales factores que aceleran la problemática.

Algunas causas posibles son: la compra de ganado sin pruebas diagnósticas sobre infecciones, lo cual lleva a que se infecten los animales sanos; el desplazamiento de las reses a otras fincas; y la monta directa de algún toro, ya que la mayoría de las veces tampoco se sabe si el animal presenta alguna infección.

“Durante la investigación se hicieron visitas rutinarias cada mes para evaluar las condiciones de las fincas y sus posibles soluciones. Se evidenció que en algunos meses los ganaderos aplicaban las recomendaciones que se les hacían, y estas medidas se traducían en una disminución del riesgo de contagio para los animales”, indica el magíster.

La brucelosis es una enfermedad bovina que podría afectar directamente la salud de los seres humanos por el consumo de leche y quesos, por lo que el hecho de reportarla es muy importante; no obstante, tener en cuenta solo esta enfermedad crea un problema para las fincas ganaderas, ya que están generando menos reses y las que tienen presentan alto riesgo de enfermarse.

El experto asegura que se debe seguir el ejemplo de países como Canadá, Suiza y Suecia, entre otros, en donde han realizado programas nacionales de erradicación de enfermedades de manera exitosa; por lo tanto, la reglamentación es muy rigurosa con todas estas enfermedades y hay un mejor equilibrio entre la producción lechera y las ganancias asociadas con ella.

“También es importante que los ganaderos notifiquen los casos de estas enfermedades, para que se pueda actuar antes de que sea demasiado tarde, lo cual representa grandes pérdidas monetarias que afectan además el bolsillo de los consumidores, al haber menos oferta de carne, leche y otros productos”, recalca el experto.