Las termitas podrían tener un rol importante en el cambio climático


Un estudio que abarcó seis continentes exploró el papel de las termitas y los microorganismos en la descomposición de la madera


STRI/DICYT A la mayoría de la gente le estorban las termitas, ya que se comen la madera en las casas y comercios. Sin embargo, este tipo de termitas representan menos del 4 por ciento de todas las especies que existen. En general, estos insectos son fundamentales en los ecosistemas naturales, especialmente en los trópicos, donde ayudan a reciclar la madera muerta de los árboles. Sin ellos, el mundo estaría lleno de plantas y árboles muertos. Una nueva investigación en la que participaron científicos asociados al Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI), y más de 100 colaboradores alrededor del mundo, reveló que pronto las termitas podrían tener un impacto mayor a nivel global debido al cambio climático.

“La cantidad de carbono que se almacena en la madera depende en gran medida de las tasas de descomposición y sabemos que estas varían según el clima y tipo de ecosistema”, dijo Camilo Zalamea, investigador asociado de STRI y profesor asistente en la Universidad del Sur de Florida. “Los estudios regionales han demostrado previamente que las tasas de descomposición de la madera por microorganismos se duplican con un aumento de temperatura de 10°C, pero antes de la publicación de nuestro artículo, se sabía menos sobre la sensibilidad climática de otros actores esenciales en la descomposición de la madera como las termitas”.

Liderado por la profesora de biología de la Universidad de Miami, Amy Zanne y publicado en Science, el estudio realizó experimentos de descomposición de madera en 133 sitios en 20 países y seis continentes, incluyendo la Isla Barro Colorado, la Reserva Forestal Fortuna y el Volcán Barú en Panamá. Uno de sus hallazgos fue que las termitas son muy sensibles a la temperatura y la lluvia y que su actividad podría aumentar, incluso más que la de los microorganismos, a medida que la tierra se vuelve más seca y caliente.

“Las termitas tuvieron sus mayores efectos en lugares como sabanas tropicales, bosques estacionales y desiertos subtropicales”, dijo Zanne. “Con el aumento de las temperaturas, su impacto en el planeta podría ser enorme”.

Aunque los microorganismos y las termitas descomponen la madera muerta, existen importantes diferencias entre ellos. Los microorganismos necesitan agua para crecer y consumir madera, mientras que las termitas pueden funcionar con niveles relativamente bajos de humedad.

“Los microorganismos son importantes a nivel mundial cuando se trata de la descomposición de la madera, pero hemos pasado por alto en gran medida el papel de las termitas en este proceso”, agregó Zanne. “Esto significa que no tenemos en cuenta el efecto masivo que estos insectos podrían tener para el futuro ciclo del carbono y las interacciones con el cambio climático”.

Como si fuesen unas vacas diminutas, las termitas liberan metano y dióxido de carbono al descomponer la madera, que son dos de los gases de efecto invernadero más importantes. Por lo tanto, con el cambio climático y el aumento de su actividad a futuro, las termitas podrían contribuir cada vez más a las emisiones de gases de efecto invernadero.

“Con las tendencias actuales de cambio global en las que esperamos que muchas áreas del planeta experimenten climas tropicales el futuro, es probable que aumente el efecto que las termitas podrían tener en la descomposición de la madera, pues se prevé que las termitas tengan acceso a ecosistemas donde actualmente no están presentes”, dijo Zalamea.

Un ejemplo de esto es la expansión y aumento de abundancia de termitas en ecosistemas como los de clima Mediterráneo, los cuales actualmente se están “tropicalizando”.

“En nuestras zonas de estudio en la cuenca mediterránea las tasas de descomposición por parte de las termitas fueron mucho menores que las que hemos visto en regiones tropicales como Panamá”, dijo Guillermo Peguero, investigador post-doctoral en STRI que también participó en el estudio. “Sin embargo, nuestros resultados apuntan a que esto podría cambiar en el futuro, lo cual podría acarrear cambios muy considerables en el balance de carbono de toda la biosfera”.