Los cerdos ecológicos practican la agrosilvicultura de montaña en España


Los aficionados a la ganadería extensiva utilizan cuadrillas de cerdos y vacas para limpiar terrenos abandonados en la sierra gallega.


En un artículo sobre la porcicultura agroforestal en España, publicado por el autor Camilo Friol en la revista Campo Galego dice: “Julio Taboada y Ramón Fernández comenzaron a criar cerdos hace 4 años en su granja de la parroquia de Sabadelle en Chantada (provincia de Lugo, que se encuentra en parte de Galicia). Su emplazamiento es una zona montañosa, abandonada desde hace muchos años, donde crecen en abundancia robles y castaños. Al principio, los propios agricultores despejaron un pequeño lugar para importar 15 cerdos y luego aumentaron tanto el número de animales como la superficie cultivada. 

Por el momento, han desarrollado un área de 11 hectáreas y han presentado los documentos para un complejo agroforestal para ampliar el área de finca a aproximadamente 50 hectáreas para 500 cerdos. Actualmente no se utilizan las hectáreas que se supone que se utilizarán en el complejo agroforestal, de las cuales sólo 5 hectáreas están ocupadas por praderas, el resto es bosque con robles y castaños. 

“Reservaríamos áreas de 4 a 5 hectáreas para que los animales pudieran moverse y limpiar la tierra de malezas y arbustos”, dicen los agricultores. 

Julio Taboada destaca los aspectos positivos de la porcicultura extensiva: “Por un lado, tenemos montañas limpias y menos riesgo de incendio, y por otro, producimos una carne de gran calidad que no tiene nada que ver con la carne del cerdo de granja. aunque la raza puede ser la misma. La calidad de la carne es completamente diferente porque, además de la raza, en ella influye en gran medida la dieta. En nuestro caso, la carne es ecológica, porque los cerdos se alimentan principalmente en la montaña, donde hay muchas bellotas y castañas, y como pienso reciben un kilo de cereales ecológicos por animal y día. Además, no hay emisiones de amoníaco ni olores, ya que en las pocilgas industriales los desechos de los cerdos se devuelven a la naturaleza como fertilizante”.

“Hasta ahora comprábamos lechones cuando eran pequeños, ya destetados, y los sacábamos al bosque, pero ahora ya tenemos varias cerdas y un macho, así que el ciclo está cerrado”, continúa el ganadero. – En el interior del recinto hay un granero donde los animales pueden resguardarse de la lluvia y el frío, donde reciben una ración diaria de grano y donde hay bebederos. También es una zona de procesamiento y desparasitación y una zona de carga para el envío de cerdos engordados al matadero. El cierre adecuado del sitio es lo más importante y costoso. Cubrimos todo el perímetro con mallas y hacemos rondas diarias para que no entren jabalíes ni se escapen nuestros cerdos”.

Los cerdos son 100% raza Duroc, que se caracteriza por un buen crecimiento y una carne de gran calidad. “Hemos probado diferentes razas, desde cerdos celtas hasta Landrace y cruces, pero en nuestro caso la raza Duroc es la mejor. Estos cerdos toleran mejor el frío y producen carne de alta calidad, que se suministra a propietarios privados, bares y restaurantes. Ofrecemos la oportunidad de degustar carnes guisadas previa reserva. Realizamos pesajes de control de animales. Por ejemplo, aquí los lechones nacen entre dos y dos meses y medio de edad y pesan entre 30 y 35 kilogramos. Luego los guardamos aquí entre un año y catorce meses, y acaban saliendo pesando entre 130 y 140 kilogramos. En el transcurso de un año ganan unos 100 kilogramos. En el futuro queremos colaborar con un matadero móvil y construir nuestra propia sala de despiece”, afirma el agricultor.

Mientras los cerdos limpian el terreno montañoso, las praderas son ocupadas por vacas de carne de la raza kashen local “de pueblo”. 

Foto: Camilo Friol.

Los cashens se distinguen por cuernos afilados y una disposición bastante obstinada y, por lo tanto, pueden valerse por sí mismos pastando durante todo el año. El granjero explica que para el movimiento “negocia” con la vaca más autorizada y más vieja del rebaño, y todos los demás la siguen obedientemente. En un sistema agroforestal extensivo, con ingenio y conocimiento del comportamiento animal, una sola persona trabajadora puede hacer mucho trabajo, concluyó”.

Fuente: www.campogalego.es Autor del texto y de la foto: Camilo Friol. La foto del título muestra a Julio Taboada con cerdos agroforestales orgánicos en su granja.