Preparar un suelo sano para las plántulas


La mezcla de suelo (tierra, tierra para plántulas) es una mezcla de componentes orgánicos (turba, tierra de jardín, compost, corteza de árbol, etc.) con aditivos de sustancias inorgánicas (arena, perlita, fertilizantes minerales). El sustrato debe ser ligero, homogéneo, bien permeable al aire y a la humedad, además de nutritivo.


El suelo para las plántulas debe estar libre de semillas de malezas, esporas de hongos, huevos y larvas de insectos, gusanos o patógenos y sustancias tóxicas. No se deben utilizar componentes para la mezcla procedentes de zonas donde hay muchos coches o del césped de la ciudad, etc. – Estos lugares pueden ser peligrosos. Al mezclar componentes orgánicos, es necesario evitar activar el proceso de descomposición, ya que esto puede provocar la liberación de calor y la pérdida de nitrógeno, lo cual no es deseable para las plántulas. Evite el uso de arcilla, ya que sus propiedades deteriorarán la calidad de la mezcla de tierra y la harán inadecuada para el cultivo de plántulas.

Para crear un suelo de alta calidad para las plántulas, se utilizan componentes orgánicos e inorgánicos en diversas proporciones.

Las composiciones óptimas para pimientos, tomates, berenjenas y repollo pueden ser las siguientes:

  • tierra (césped u hojas), turba (humus) y arena (perlita, vermiculita) en una proporción de 1:1:1;
  • suelo de césped, suelo de hojas, humus y arena (perlita, vermiculita) – 3:3:3:1;
  • humus, tierra de césped y arena – 1:2:1. Agregue 2 tazas de ceniza de madera a un balde de mezcla y, para el repollo, otra taza de tiza.

Para cultivar plántulas de calabaza y pepino, mezcle humus y tierra de césped (1:1) y agregue un vaso de ceniza de madera a un balde de la mezcla. Antes de mezclar la tierra y la arena, es necesario tamizarlas para eliminar escombros, gusanos y larvas de insectos grandes. También se recomienda desinfectar el suelo de patógenos, pequeñas larvas y huevos de plagas. Para ello se suelen utilizar los siguientes métodos:

  • Cocer al vapor: la tierra se cuece al vapor en un baño de agua durante 2-3 horas al mes antes de su uso. La tapa debe estar cerrada;
  • calcinación: calentar la tierra en el horno a 40°C durante 30 minutos;
  • congelación: deje el suelo preparado afuera en el otoño, cubriéndolo de las precipitaciones. Aproximadamente un mes antes de su uso, llévalo a casa, caliéntalo, mézclalo con los demás ingredientes y sácalo nuevamente al frío.