2022, año internacional de la pesca y la acuicultura artesanal


Germán Robaina G.

robainag@gmail.com


La Asamblea General de las Naciones Unidas declaró al año 2022 como Año Internacional de la Pesca y la Acuicultura Artesanal (AIPAA 2022) como un importante reconocimiento de los millones de pequeños pescadores, acuicultores y trabajadores del sector pesquero, que con su accionar proporcionan alimentos sanos y nutritivos a miles de millones de personas a escala global y contribuyen a lograr el codiciado “Hambre Cero”.

El objetivo de celebrar el AIPAA 2022 es doble: primero dirigir la atención del mundo a la función de los pequeños pescadores, acuicultores y trabajadores del sector pesquero artesanal en la seguridad alimentaria y la nutrición, y segundo, la erradicación de la pobreza y la promoción del uso sostenible de los recursos naturales, incrementando la conciencia mundial, promoviendo acciones para brindarles apoyo.

Se espera que esta celebración también sea oportunidad para mejorar el diálogo entre diferentes participantes y permita fortalecer la asociación de los pequeños productores entre sí, adquiriendo visibilidad, única forma para que sean escuchados e incluidos en la formulación de las políticas pesqueras del país, y en la toma de decisiones que dan forma a su vida cotidiana, desde el nivel de la comunidad local hasta los foros internacionales y mundiales.

40 millones de personas se dedican directamente a la pesca de captura en todo el mundo, cifra que alcanza unos 120 millones si se tiene en cuenta la participación indirecta de otras personas en la actividad (comercialización, transporte, procesamiento, etc.).

De este gran total, el 90 por ciento son pescadores y trabajadores de la pesca en pequeña escala, y casi el 50 por ciento son mujeres.

Por otra parte, 20 millones de personas se dedican directamente a la acuicultura en todo el mundo, cifra que asciende hasta 50 millones si se tiene en cuenta la participación indirecta de otras personas, destacando que el 80 por ciento de la producción mundial de acuícola procede de países en desarrollo.

El AIPAA 2022 se presta como la oportunidad de exhibir el potencial de este subsector pesquero (artesanal), y evidenciar los múltiples beneficios que se pueden obtener de él.  

La FAO expresa tener la intención de dialogar con los distintos responsables de la elaboración de las políticas pesqueras del país, todos los asociados en el desarrollo del subsector, el entorno académico, el sector privado, las organizaciones de pequeños pescadores y acuicultores, y el público en general a efecto de poder obtener el máximo provecho de esta oportunidad.

Señalan, además, que es la hora de pensar con creatividad, tomarnos de las manos y comenzar a planificar la forma de hacer el AIPAA 2022 un año memorable para todo el sector pesquero y acuícola artesanal, dándoles a los pequeños pescadores, acuicultores, piscicultores y trabajadores de la pesca la atención que merecen.

Ahora bien, en evaluaciones que realizáramos el año 2019, con una población cercana a los 30 millones de habitantes, Venezuela, país que posee la segunda más alta tasa de deficiencia alimentaria del continente según la Cepal, y extraordinarios recursos ambientales para el desarrollo piscícola, produce menos de 300 toneladas de biomasa pesquera a través de prácticas piscícolas, cifras que representan una ingesta de biomasa pesquera generada por prácticas piscícolas de < 0,01 kg/hab/año y 0,3 kg/año/km2 de superficie de nuestro territorio nacional.

Esta baja producción piscícola, ubicaba al país en la décima cuarta posición (14/19) en lo que a producción pesquera por unidad de superficie se refiere, siendo superado en producción por todos los demás países latinoamericanos con la excepción de R. Dominicana, Paraguay, Argentina, Bolivia y Uruguay, y coadyuva, como consecuencia, al marcado déficit en el nivel de consumo per cápita de biomasa pesquera que ha presentado nuestro país en los últimos años.

Siempre según nuestros cálculos, de mantenerse una tendencia decreciente en lo que a producción pesquera y acuícola se refiere, mientras aumentan las cifras de exportación, para el año 2030 Venezuela podría alcanzar un consumo per cápita cercano a 1,53 Kg/hab/año, viéndose entonces obligado el país a recurrir a la importación masiva de biomasa pesquera para poder cubrir sus requerimientos alimentarios básicos con el correspondiente consumo de divisas.

En la actualidad (2022), aunque se reportan cifras que reportan la extracción de más de 200.000 Tm de biomasa pesquera, mucha de ella corresponde a especies de elevado precio en el mercado internacional, por lo que se exportan afectando los niveles de abastecimiento nacional, destacando el hecho de que algunas de esas especies, consecuencia de la extracción desmedida y abusiva, muestran signos de sobre explotación, tal como es el caso del tahalí.

La escasa disponibilidad de biomasa pesquera existente se hace más notoria en los estratos más bajos de la sociedad, y en aquellas poblaciones más alejadas a los principales centros poblados del país.

En el Año Internacional de la Pesca y la Acuicultura Artesanal nos permitimos sugerir tomar acciones tendentes a formular planes puntuales para favorecer:

1.- El desarrollo acuícola de los diferentes municipios existentes en el país que, contando con los recursos ambientales mínimos requeridos, se encuentran en situación de pobreza y/o pobreza extrema, como estrategia para la generación de empleos, alimento y capacitación a estas poblaciones de bajos recursos.

2.- Diseñar estrategias tendentes a favorecer el desarrollo de actividades de producción acuícola artesanal en aquellos puntos de la extensa costa marina venezolana de adecuada potencialidad (peces marinos, moluscos, macroalgas, etc.) por parte de núcleos de pescadores artesanales radicados en ella.

3.- Evaluar la factibilidad de fomentar desarrollos piscícolas artesanales en el área de influencia de los distintos embalses que posee el país (700.000 ha aproximadamente), a partir del cultivo de especies autóctonas en sus aguas y/o especies exóticas (tilapias) con sus aguas en su zona costera contigua.

No nos cuesta nada suponer que la vasta experiencia de FAO y el WorldFish en el continente africano, permitirá el aporte de un gran bagaje de experiencia, estrategias y consejos para facilitar y garantizar el éxito de estas iniciativas, incluyendo el acceso a la producción de los insumos básicos requeridos, así como su vasta experiencia e los programas de capacitación, divulgación y asistencia técnica requerida; sin embargo, a nuestro modesto criterio, el mayor y más importante aporte que esta iniciativa puede ofrecernos, es lograr la tan añorada conformación de una Mesa Redonda, en donde los diferentes sectores puedan exponer sus ideas y propuestas.

Poner en marcha unidades pilotos de producción acuícola bajo nuevos modelos de administración, negocios, transferencia de conocimientos y experiencias, seguramente nos traerá grandes y agradables sorpresas.

Estamos a su disposición en todo aquellos que modestamente podamos aportar en pro de tan importante sector.


Germán Robaina es colaborador destacado de Mundo Agropecuario

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