Coordinadora del Programa Social Granitos de Esperanza
Durante los últimos 25 años, Venezuela ha enfrentado una crisis económica, social, política e institucional. Este caos se originó cuando el modelo socialista llegó al poder y, con el tiempo, se intensificó.
La destrucción del aparato productivo comenzó con el irrespeto a la propiedad privada, promoviendo expropiaciones como políticas de Estado. Esto generó un clima de incertidumbre y desestabilización para la inversión y los actores económicos.
El sector primario ha sido uno de los más afectados en esta dinámica. Al ser el eslabón más frágil en la cadena de valor de la producción nacional, los productores han enfrentado numerosos obstáculos:
–Controles de Precio: El modelo socialista estableció controles de precio, limitando la capacidad de los productores para fijación precios competitivos.
–Expropiaciones: La expropiación de empresas, como Agroisleña, afectó la propiedad privada y la confianza en el sistema.
–Acceso a Recursos: Los productores tienen dificultades para acceder a insumos, financiamiento, servicios públicos de calidad, infraestructura y tecnología.
–Libertad de Comercialización: Restricciones en la comercialización limitan la capacidad para vender sus productos.
A pesar de estos desafíos, muchos productores venezolanos han demostrado resiliencia al adaptarse al entorno restrictivo y contribuir a la seguridad alimentaria del país. Sin embargo, la disposición para adaptarse no ha sido suficiente. Muchos han tenido que vender sus fincas o enfrentar amenazas como la delincuencia y el contrabando de productos desde Colombia.
Además, ha surgido un nuevo grupo de productores cercanos al gobierno, que operan en grandes consorcios, dejando atrás a la mayoría de los agricultores familiares. En un país donde el 90% de la agricultura es familiar.
El problema en Venezuela es el modelo socialista, y por eso éste año ¡Vamos a Cambiarlo!
En el año 2024, Venezuela se encuentra en un momento crucial para concretar el cambio de modelo que todos anhelamos. Este cambio trae consigo 5 pilares fundamentales: Libertad, Justicia, Seguridad, Orden y Prosperidad.
Impulso Económico y Reinstitucionalidad
La recuperación económica y la estabilización son objetivos prioritarios. Para ello, es esencial un esfuerzo conjunto entre el sector público y privado. El sector primario, en particular, desempeña un papel crucial en este proceso, es por ello, que me permito aportar ciertas consideraciones al camino:
–Política Pública Nacional: Es imperativo que se diseñe una política pública nacional para el sector primario. La participación activa de todos los actores involucrados es esencial. Esta política debe tener como eje central el respeto a la propiedad privada y al estado de derecho.
–Incentivos para la Vida Rural: La vida rural debe ser atractiva para las nuevas generaciones y los agricultores consolidados. Esto se logra mediante la creación de incentivos que fomenten la inversión y la permanencia en el campo. La seguridad jurídica es fundamental para generar confianza en los agricultores y proteger sus derechos de propiedad.
–Colaboración Multilateral: La articulación con organismos multilaterales es urgente. Acceder a financiamiento, programas de capacitación e innovación fortalecerá la agricultura y contribuirá a su recuperación.
Enfoque Transversal
La crisis agrícola debe abordarse desde una perspectiva integral. Considerar las múltiples dimensiones y actores dentro de la cadena de valor es esencial para lograr un cambio sostenible.
En resumen, el camino hacia la Libertad, Prosperidad y Seguridad Agroalimentaria en Venezuela requiere una visión compartida y acciones decididas. ¡Sigamos trabajando juntos por el CAMBIO #ConVZLA y adentremonos en alcanzar estos objetivos!
Brenda Ribeiro es colaboradora destacada de Mundo Agropecuario
Este trabajo fue enviado por el autor o autores para Mundo Agropecuario , en caso que se desee reproducir le agradecemos se destaque el nombre del autor o autores y el de Mundo Agropecuario