¿Con qué frecuencia se debe encalar un pasto para el ganado?


Desde hace mucho tiempo se sabe que la adición de cal es el primer paso para mejorar la fertilidad de los pastos y la calidad de los pastos. Hay una serie de argumentos a favor de esta práctica.


En primer lugar, el calcio eleva el pH, lo que reduce la acidez del suelo y permite que los sistemas de raíces de los pastos tengan un mejor acceso a los nutrientes.

En segundo lugar, la desacidificación del suelo crea un entorno desfavorable para el hongo endófito que, siendo compañero de la festuca (ayuda a la hierba a prosperar en condiciones difíciles), empieza a multiplicarse en exceso cuando el suelo se acidifica a partir del nitrógeno de los excrementos de animales o de los fertilizantes comerciales utilizados para cultivar esta hierba forrajera. La toxicosis de la avena es un problema conocido cuando se pasta en pastos altamente productivos, ya que el hongo produce la peligrosa toxina ergovalina. El encalado es una forma de mantener la cantidad de hongos endófitos dentro de un límite seguro.

Otra nota sobre la salud del ganado. Las vacas y los toros comen pasto antes de ir a los corrales de engorde de raciones de granos. Si los pastores no agregaran cal a sus campos, quedaría muy poco calcio (si es que queda alguno) en la hierba. A largo plazo, esto tendría un impacto negativo en el ganado, ya que las vacas, al igual que los humanos, necesitan calcio para tener huesos fuertes.

Tercero, la buena carne comienza con buena hierba. Los suelos de pasto deben ser lo más ricos posible en nutrientes en una forma disponible para la planta.

Para determinar cuándo es el momento de encalar, envíe una muestra de suelo a un laboratorio donde los expertos informarán la cantidad de calcio, magnesio, fósforo, azufre y potasio que contiene el suelo. Luego, los mismos especialistas o los asesores de la finca desarrollan un plan de manejo de nutrientes para el pasto específico.

La prueba también es importante porque los diferentes productos de cal difieren algo en la composición, algunos contienen más calcio, otros magnesio. Así, conociendo las necesidades del suelo, comprarás el tipo de cal adecuado.

En promedio, se recomienda encalar el pasto una vez cada tres años. El encalado no representa una amenaza para el medio ambiente. La cal está hecha de piedra caliza triturada natural. Es un polvo blanco fino que se esparce por el suelo y luego se disuelve en el suelo bajo la influencia de la lluvia.