Una empresa argentina que desarrolla localmente soluciones industriales de alto valor a base de cáñamo logró importar y sembrar las primeras semillas
Después de 50 años de prohibición, Argentina ha vuelto al cultivo de cannabis, informa euro.eseuro.com: “En el marco de la aprobación de la ley que regula la industria del cannabis y el cáñamo industrial, la empresa argentina IHS ha logrado importar al país más de 15 variedades avanzadas e híbridos de cannabis de diferentes regiones del mundo para impulsar esta industria en Argentina. El objetivo es crear un banco de datos para determinar qué variedades de semillas producen buenos rendimientos locales y en qué regiones.
Anticipándose a una ley que rige el uso industrial del cannabis en Argentina, algunos reguladores, incluido el Ministerio de Agricultura, se han embarcado en procedimientos graduales para crear las condiciones propicias para el cultivo de este cultivo anual, que puede capturar cuatro veces la cantidad de dióxido de carbono responsables del cambio climático que los árboles forestales. Las fibras de cáñamo se utilizan ampliamente en diversas industrias, como la construcción, la pulpa, la automotriz, la textil, etc.
Gracias a la flexibilización de las condiciones, la empresa argentina IHS importó semillas y realizó los primeros ensayos de campo en las ciudades bonaerenses de Chacabuco, Balcars y Ferré. La compañía planea expandir el cultivo de cáñamo por todas partes después de evaluar la respuesta de las variedades a diversas condiciones climáticas.
“Nuestro objetivo es hacer crecer una nueva economía con un triple impacto. Esto incluye el desarrollo de la economía regional, aspectos ambientales: el cáñamo promueve el secuestro de carbono y la regeneración del suelo, grandes aspectos económicos: el cáñamo puede generar entradas de divisas tanto a través del aumento de las exportaciones como a través de la sustitución de importaciones, dijo Maximiliano Baranoff, director de innovación de IHS. – Todavía tenemos aterrizajes experimentales con fines de investigación. Pero es muy importante empezar ahora, aunque solo estamos esperando la normativa, porque las semillas tardan de dos a cinco años en adaptarse a latitudes y suelos. Este es un proyecto a largo plazo”.
El cultivo de cáñamo en Argentina está prohibido desde los años 70, al mismo tiempo fueron detenidos los dirigentes de la empresa Linera Buenos Aires, que tenía más de 400 hectáreas de campos sembrados de cáñamo. En junio de 2022, el Congreso argentino aprobó una ley que establece las bases legales para el desarrollo del cannabis medicinal y el cáñamo industrial.
“La cadena de valor del cannabis comienza con la producción de semillas, el cultivo de cultivares y la preparación de plántulas. El cultivo se puede realizar en interior en invernaderos (para fines médicos) ya gran escala en el campo. Para ambas opciones, hay bastantes soluciones en el mercado hoy en día en genética, suministro de equipos especializados y productos fitosanitarios, pero lleva años iniciar todo el ciclo productivo desde el cultivo hasta el procesamiento”, dijo el economista Andrés López, quien estudió el potencial de la industria.
(Fuente: euro.eseuro.com).