La leche de transición en lugar de un sustituto demostró ser mucho más saludable para los terneros recién nacidos


Qué es la leche de transición y cuáles son los beneficios específicos, explicaron los científicos


Alimentar a los terneros con leche de transición en lugar de leche sustituta en sus primeros días estimula el desarrollo intestinal y mejora los resultados de salud, según un nuevo informe en el Journal of Dairy Science® publicado por FASS Inc. y Elsevier.

Cinco investigadores de la Universidad Estatal de Michigan que estudiaron los efectos en la salud y el crecimiento de la leche de transición en terneros Holstein notaron varios beneficios clave, incluido un mejor desarrollo de todas las partes del intestino delgado y aumento de peso en comparación con los terneros alimentados con un sustituto de leche comercial.

El investigador principal, Michael J. VandeHaar, Ph.D., Departamento de Ciencia Animal de la Universidad Estatal de Michigan, explicó que parte del mejor desarrollo intestinal puede deberse a más energía, grasa y proteína en la leche de vaca: “Nuestra hipótesis es que estos Las mejoras fueron, al menos, causadas en parte por la presencia de compuestos biológicamente activos que se encuentran en la leche de transición. Una buena salud intestinal tiene un efecto positivo en el crecimiento general del ternero durante las críticas primeras tres semanas de vida”.

La leche de transición que se administra en los primeros ordeños después del calostro contiene altos niveles de nutrientes y componentes bioactivos, como el factor de crecimiento similar a la insulina-1, la hormona del crecimiento y la insulina, que no se encuentran en los sustitutos de la leche.

El tracto gastrointestinal del ternero está relativamente maduro al nacer, pero las hormonas y los factores de crecimiento en el calostro estimulan el desarrollo y la regeneración gastrointestinal después de una lesión inflamatoria.

En este estudio, la atención se centró en el efecto de la leche de transición en toros Holstein recién nacidos en los primeros cuatro días de vida después de la alimentación con calostro.

Los terneros alimentados con leche de transición (recolectada durante el ordeño del segundo al cuarto después del parto) recibieron más sólidos, energía metabolizable y proteína. Ganaron el doble de peso corporal durante el período de estudio de 4 días que los terneros sustitutos.

La alimentación con leche de transición (en comparación con el sustituto) duplicó la longitud y el ancho de las vellosidades, así como el grosor de la mucosa en el duodeno, yeyuno proximal, yeyuno medio e íleon. La leche de transición también tendió a aumentar el número de células T en la capa epitelial del íleon.

Estos datos respaldan la recomendación de que se debe dar leche de transición al ternero en el segundo y tercer día de vida. Los autores concluyeron que el período de alimentación con leche materna debe extenderse a cuatro días después de la alimentación inicial con calostro. Esto estimula el desarrollo de vellosidades, mucosa y submucosa en todo el intestino delgado de los terneros recién nacidos, mejorando la salud y el crecimiento.

(Fuente: www.journalofdairyscience.org. Fotos de fuentes públicas).