Solo la edición de genes, y no el mejoramiento tradicional, permitirá crear nuevas variedades de trigo sin perder la calidad de las líneas modernas, cree uno de los investigadores del problema.
La opinión del genetista de plantas Etienne Bucher fue publicada por el portal cordis.europa.eu.
“El calentamiento global está plagado de problemas para nuestros principales cultivos. Hay evidencia de que algunas de las mayores ganancias de rendimiento de las últimas décadas se están revirtiendo. Anteriormente, los rendimientos de trigo aumentaron en un promedio de 1 a 1,5% por año. Además, según muchos analistas, las líneas modernas de mejoramiento de trigo perderán casi el 4 % del rendimiento por cada 1 °C de aumento de la temperatura.
Mucho se habla sobre el mejoramiento tradicional con la reencarnación de variedades antiguas para desarrollar cultivos resistentes al clima, incluido el trigo. Sin embargo, debe recordarse que en el fitomejoramiento clásico, enfocarse en los viejos rasgos deseables reduce la eficiencia general. Así, si una variedad élite se cruza con una variedad antigua, por ejemplo, para conferir resistencia a enfermedades, casi todos los beneficios acumulados de la variedad élite se pierden. La restauración requerirá años de repetidos retrocruzamientos de descendientes con material de élite. Por lo tanto, utilizar la diversidad genética preexistente de los bancos de genes no es una muy buena solución. Ante los desafíos climáticos, es probable que la crianza tradicional fracase. Por el contrario, los nuevos métodos, como la edición de genes,
“Me sorprende la falta de, digamos, inversión europea en métodos innovadores de mejoramiento de cultivos en un momento en que deben adaptarse rápidamente para crecer en diferentes regiones de la UE, y esto no solo se aplica al trigo. Podríamos crear tomates tolerantes al frío o domesticar plantas silvestres prometedoras. Cuando hay un cambio y una redistribución de los flujos comerciales, ahora lo vemos con el ejemplo del trigo, necesitamos responder en consecuencia y desarrollar una producción nacional climáticamente sostenible”, concluyó.
(Fuente: cordis.europa.eu.)
