Se puede aumentar el rendimiento de cerezas y cerezas dulces con la participación de dos tipos de abejas. Un nuevo estudio realizado por científicos de la Universidad de Gotemburgo muestra otro beneficio de la biodiversidad.
Los expertos sugieren que los jardineros que aún no estén familiarizados con este método experimenten y construyan casas con palos de bambú para las abejas albañiles.
Como muchos otros árboles frutales, la mayoría de las variedades de cerezas dependen de la polinización cruzada para producir frutos. Esto significa que en el jardín debe haber varias variedades diferentes para que las abejas puedan transferir el polen de unas a otras.
“Los cerezos y los cerezos se suelen plantar en hileras alternas de diferentes variedades. En algunos casos es posible sembrar diferentes variedades en la misma hilera, pero esto complica la logística de la cosecha. En otras palabras, en un jardín comercial típico, las abejas tienen que volar de una hilera de árboles a la siguiente”, afirma Julia Osterman, bióloga de la Universidad de Gotemburgo y autora principal del estudio.
Trabajando con colegas investigadores alemanes en la Universidad Martin Luther en Halle-Wittenberg, Julia Ostermann descubrió que si los árboles son polinizados por más de una especie de abeja, producen más frutos. Los científicos observaron abejas en 17 huertos de cerezos en el este de Alemania. Algunos jardineros han utilizado abejas melíferas en sus colmenas como polinizadores, mientras que otros han atraído abejas albañiles silvestres. Las abejas albañiles son el nombre general de una subespecie de abejas solitarias que construyen sus casas manteniendo juntos restos de plantas con saliva, como cemento.
En los jardines donde estaban presentes ambos tipos de abejas, la cosecha fue mayor. “La sinergia tuvo un impacto en el cuajado de las cerezas. En jardines con abejas y un gran número de abejas albañiles, hasta el 70% de las flores se desarrollan con éxito. En jardines donde sólo las abejas eran polinizadoras, la tasa de ovarios era sólo del 20%”, dice Yulia Osterman.
Los jardineros experimentados dijeron que usan abejas albañiles como opción de respaldo si el clima es demasiado frío para las abejas durante la floración de los cerezos, ya que las cerezas florecen temprano. Las abejas sólo se activan a temperaturas superiores a 12°C, pero las abejas albañiles también trabajan durante las heladas recurrentes.
Los científicos, por su parte, sugieren lo siguiente. “Una teoría es que la presencia de abejas albañiles influye en el comportamiento alimentario de las abejas melíferas“, dice Yulia Osterman. “Esto les molesta, por lo que cambian de hilera con más frecuencia, lo que conduce a una mayor polinización cruzada”. Pero lo único que sabemos con certeza por el momento es que la interacción entre las abejas produce un efecto sinérgico”.
De cualquier manera, señaló, el estudio proporciona una razón para que todos los jardineros implementen una práctica beneficiosa al proporcionar a las abejas albañiles un buen material para anidar.
(Fuente: Universidad de Gotemburgo. En la foto se ven casas hechas de cañas de bambú o madera con agujeros perforados para atraer abejas albañiles a los jardines. Crédito de la foto: Julia Osterman).
