Toda la gran cosecha de granos brasileños en el futuro será cosechada por cosechadoras no tripuladas


En un futuro cercano, la producción de granos en Brasil se automatizará al máximo, se espera que la expansión de la superficie cultivada solo con soja aumente en un 24,4% durante la próxima década a 51,5 millones de hectáreas.


El portal agrícola brasileño revistacultivar.com.br escribe sobre esto con citas de expertos.

…Las perspectivas para la cosecha de cereales de Brasil 2022/23 son buenas. Se espera que Brasil coseche 313 millones de toneladas de granos, un 15,5% más que el ciclo anterior, o casi 42 millones de toneladas más, según la Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab).

El crecimiento está respaldado por un aumento esperado en la superficie cultivada de soja. Según la Conab, se han destinado alrededor de 43,2 millones de hectáreas para la siembra de oleaginosas en el país, con un rendimiento esperado de 3.551 céntimos por hectárea. Se espera que la producción total de maíz sea de 126,4 millones de toneladas. Entre los cultivos de invierno se destaca una cosecha récord de trigo: la Conab prevé que esta temporada los agricultores cosecharán 9,5 millones de toneladas de grano, un 23,7% más que en el ciclo anterior.

Los números son inspiradores y resaltan cuál es la mano derecha de los fabricantes de alto volumen: la tecnología.

“Es y será siempre el uso continuo de tecnología y automatización en la producción agrícola brasileña. Los fabricantes están adquiriendo nuevas tecnologías en busca de optimizar sus máquinas y operaciones y, en consecuencia, un mayor ahorro de recursos y una mayor productividad”, comenta Gustavo Chavalla, miembro de la Comisión Técnica de Caña de Azúcar y Energías Renovables de la FAESP y productor de soja.

Esta opinión es compartida por Marcio Antonio Vassoler, Coordinador de la Comisión Técnica de Granos de la FAESP.

“La agricultura ha estado en un proceso de modernización activa en las últimas décadas. Los objetivos son mejorar la eficiencia de los procesos y aumentar el control sobre las actividades. Por ello, el concepto de agricultura 4.0 ha sido ampliamente discutido en este ámbito. Se están automatizando tractores, sembradoras, pulverizadoras y cosechadoras. También es importante evaluar los cultivos con drones y software de gestión de la fuerza laboral”, dice.

Sabiendo que la tecnología es fundamental para aumentar la productividad, vale la pena analizar cómo se utiliza la automatización en diferentes cultivos. Hay muchas maneras, dicen los expertos. Puede encontrar recursos automatizados en varias etapas, desde antes de plantar hasta el cultivo, la cosecha y el almacenamiento.

“Hoy podemos automatizar varios procesos de manejo de granos en la finca. Gracias a las tecnologías GPS y a la mejora de la calidad de la señal 3G y 4G, tenemos la capacidad de monitorear todas las etapas desde la siembra hasta la cosecha”, dice Alexander Volpon, coordinador adjunto de la Comisión Técnica de Granos de la FAESP.

Innovación desde la siembra hasta la cosecha

La prevención de residuos, el uso más eficiente de los recursos y la alta productividad del suelo y los insumos son los principales objetivos de las tecnologías de automatización en el campo. En el caso de los cereales, las grandes superficies de cultivo fomentan aún más el uso de tecnologías de control de la producción que también evitan las malas cosechas, los excedentes o el desperdicio de insumos.

El trabajo de la máquina comienza antes de la siembra.

“A partir de la preparación del suelo, los sistemas GPS contribuyen a optimizar el uso de maquinarias y equipos, pero principalmente en términos de ahorro de combustible y aplicación de dosis precisas, que pueden variar según la necesidad específica de ajuste del suelo”, explica Chavalha.

Durante la fase de plantación, el equipo puede distribuir semillas a través de sensores en cada hilera de plantación, asegurando un uso eficiente del suelo y de los materiales.

La gestión durante el crecimiento también se caracteriza por la automatización. “Al rociar pesticidas y fertilizantes foliares, podemos volver a utilizar sensores que garanticen el uso correcto en el área de aplicación con el llamado corte de sección, evitando el desperdicio y el reensamblaje del producto”, explica Chavalha.

Según Volpon, el equipo que funciona con piloto automático aumenta muchas veces la eficiencia del trabajo en estas primeras etapas de producción. “Los tractores con sistema de piloto automático ya controlan estas máquinas en cada etapa, eliminando la intervención humana y posibles errores, realizando tareas con una precisión de varios centímetros”, explica.

Sin embargo, para esto, el software operativo debe estar muy bien adaptado al diseño del campo.

La cosecha automatizada, a su vez, ya puede considerarse un “viejo amigo” de los agricultores brasileños, especialmente entre los productores de soja.

“En el momento de la cosecha, las máquinas modernas con pantallas computarizadas y sensores direccionales leen el rendimiento en el momento de la cosecha, como la humedad del grano y los desechos de limpieza. Estas máquinas tienen varios sistemas para automatizar y generar información, tanto para la máquina, por ejemplo, una avería, como para la cosecha”, explica Chavalla.

La tecnología agrega valor a los datos agronómicos.

Volpon explica que al contar con los datos recopilados por la maquinaria durante la temporada, es posible obtener información valiosa sobre la producción y estar mejor preparados para la próxima temporada: “Podemos ver el rendimiento en cada campo y cotejar esta información para tener un completo análisis de todas las operaciones. Esta información es necesaria para que el fabricante pueda analizar cada metro cuadrado de su propiedad, optimizando al máximo el uso de recursos y al mismo tiempo brindando ahorros y aumento de productividad, utilidades.”

Última tecnología y consejos para fabricantes

Los principales equipos disponibles en el mercado hoy en día son sensores que leen en tiempo real todo lo que sucede en cada operación. Por ejemplo, caudalímetros que cuentan semillas en sembradoras y vinculan esta información mediante GPS.

Otro ejemplo son las fumigaciones, donde los sensores detectan la presencia de malezas y deciden dónde se debe o no aplicar un determinado producto, esto trae beneficios económicos y ambientales con un uso racional de los recursos.

Un tercer ejemplo son los drones, una categoría de equipos con una demanda creciente. Los drones de campo leen los niveles de cultivo o mapean las malezas, lo que permite un uso eficiente de fertilizantes y pesticidas.

“Además de este hardware, el software es una parte importante de este proceso de automatización, ya que son ellos quienes analizan y procesan la información, brindando datos más concisos y precisos para el agricultor. El fabricante ahora tiene a su disposición una amplia gama de software de gestión agrícola para ayudar a controlar las existencias de pesticidas, fertilizantes y otros insumos, además del control financiero y las cuentas por pagar”, concluye Volpon.

Son muchos los beneficios de sumergirse profundamente en este nuevo y valiente mundo de la tecnología, pero se requiere precaución.

“Un fabricante necesita planificar muy bien a la hora de pensar en automatizar sus operaciones, ya que no todo el hardware y software son compatibles entre sí, lo que puede ser un problema a la hora de ejecutar proyectos”, añade Volpon.

Chavalla, por su parte, llama la atención sobre la relación entre el costo de adquirir nueva tecnología y los resultados que se obtienen con su ayuda en campo.

Sin embargo, el complejo agroindustrial brasileño no volverá a tener maquinaria agrícola ineficiente.

“El futuro de la propiedad agrícola en Brasil seguramente será la automatización total de todas las etapas, cuando los tractores y cosechadoras ya no necesiten conductores para operarlos, lo que aumentará la eficiencia del trabajo y reducirá el riesgo de error humano. Actualmente, ya contamos con varios prototipos que hacen esto, y su aparición a escala comercial en el mercado es cuestión de varios años”, dijo Volpon.

(Fuente: revistacultivar.com.br. Imagen de Dmitry Lukyanov).